El gobierno de China decidió levantar medidas de restricción sanitaria para prevenir el covid-19 que venía aplicando al ingreso de productos perecibles a sus puertos, situación que, según diversos sectores, favorecería exportaciones de productos pesqueros peruanos.
Esa información fue confirmada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, en un oficio que remitió a la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), al que tuvo acceso Gestión.
El oficio detalla que, a partir del 8 de enero de este año, ese país cancela medidas como el monitoreo y las pruebas de ácido nucleico para el covid-19 en los puertos de entrada para todos los alimentos importados de la cadena de frío, y artículos que no sean de esa cadena.
Al respecto, el director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro, señaló que esta medida restrictiva que aplicaba China estaba afectando particularmente a productos hidrobiológicos que exporta el Perú a ese país.
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Explicó que el resto de exportadores de perecibles a China había podido sustentar ante autoridades de esa nación la aplicación de protocolos tanto privados como públicos para prevenir la pandemia, por lo que pudieron seguir exportando a ese destino normalmente.
Eliminación de medida dinamizaría envíos de pota
Alfonso Miranda presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), por su parte, indicó que el levantamiento de la restricción puede dinamizar las exportaciones de productos pesqueros peruanos como el calamar gigante.
Cabe señalar que la pota es el principal producto peruano exportado de la pesca no tradicional.
Miranda detalló que ese recurso, más conocido como pota en el Perú, tiene a China y España como unos de sus principales mercados, por lo que se espera que en breve el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes) deje de exigir a las empresas locales que cumplan los trámites adicionales (monitoreo y pruebas de ácido nucleico) para su exportación al mercado chino.
Cabe señalar que, después de la anchoveta, la pota es uno de los recursos hidrobiológicos más abundantes en el mar territorial, del que se extraen unas 450 mil toneladas al año, en gran parte destinadas a la exportación.
Además, la pota es materia prima esencial para la industria pesquera de consumo humano directo, y, según gremios de pesca artesanal, su procesamiento es la actividad que más empleos genera en el sector, con alrededor de 50 mil empleos directos.
Por su parte, Alberto Ego Aguirre, presidente del Comité de Asuntos Portuarios y Aduaneros de la CCL, advirtió que China nuevamente está siendo azotada por nuevas olas del covid-19, por que, según dio a entender, podrían volver a retomar restricciones a importaciones por vía marítima.
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Sin embargo, consideró que tal tipo de medidas, en el caso de exportaciones de productos refrigerados peruanos, no se justifica, ya que viajan en contenedores refrigerados a temperaturas de hasta -23 grados bajo cero y, por lo tanto, no constituyen medio de contagio.
Tendrían que bajar tarifas de fletes
En todo caso, consideró que, por el momento, tras el levantamiento de las restricciones antes mencionadas, se tendría que esperar una reducción en las tarifas de fletes para contenedores refrigerados.
“La medida (de levantar exigencias sanitarias) beneficia al comercio exterior, porque cuando se restringe, de alguna forma también se crea la excusa para que las líneas navieras que transportan ese tipo de mercancía, cobren más (flete)”, anotó.
Según la Asociación Marítima del Perú (ASMARPE), los precios de los fletes marítimos del Asia al Callao vienen registrando una caída, que los sitúa en menos del 10% de lo que se tenía hace un año, cuando el pico llegó a US$12,000 por contenedor.
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No obstante, Ego-Aguirre aseguró que, si bien las tarifas han bajado, no han llegado todavía a niveles prepandemia (entre US$2,000 a US$3,000 por contenedor), pues en promedio hoy llegan a los US$6,000 en el caso de carga seca.
Los fletes de los contenedores refrigerados, por su parte, se mantienen entre US$7,000 a US$8,000, y consideró que no hay justificación para que sigan tan elevados, dada la reducción en los precios de los combustibles, que constituyen el mayor costo de las navieras.