Los reguladores chinos anunciaron el viernes un amplio abanico de normas destinadas a frenar el gasto y las recompensas que fomentan los videojuegos, asestando un duro golpe al mayor mercado mundial del sector, que volvió a crecer este año.
Las nuevas normas, que en la práctica establecerán límites de gasto para los juegos en línea, desataron el pánico entre los inversores, haciendo desaparecer casi US$ 80,000 millones de valor de mercado de las dos mayores empresas de videojuegos de China, mientras los inversores trataban de calibrar el posible impacto en las utilidades y más restricciones en perspectiva.
Ahora se prohibirá que los juegos en línea den recompensas a los jugadores si se conectan todos los días, si gastan en el juego por primera vez o si gastan varias veces en el juego consecutivamente. Todos ellos son mecanismos de incentivo habituales en los juegos en línea.
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Las acciones de Tencent Holdings, la mayor empresa de videojuegos del mundo, se desplomaron hasta un 16%, mientras que las de NetEase, su rival más cercano, se desplomaron hasta un 25% después de que la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones presentó el nuevo proyecto de normas.
Las acciones del inversor tecnológico Prosus siguieron a la baja a Tencent, perdiendo un 14.2% en las primeras operaciones del viernes y situándose entre las que más cayeron del índice bursátil paneuropeo. Prosus posee una participación del 26% en Tencent.
“No se trata necesariamente de la regulación en sí, sino del riesgo político, que es demasiado elevado”, afirmó Steven Leung, director ejecutivo de ventas institucionales de la correduría UOB Kay Hian en Hong Kong. “La gente había pensado que este tipo de riesgo debería haber terminado y había empezado a fijarse de nuevo en los fundamentales. Hace mucho daño a la confianza”.
El vicepresidente de Tencent Games, Vigo Zhang, dijo que la compañía implementará estrictamente los requisitos reglamentarios. El nuevo proyecto de normas no se ha desviado del objetivo actual de los reguladores de garantizar que las empresas tengan “modelos de negocio y una cadencia operativa razonables”, dijo.
Zhang añadió que los menores han estado gastando un nivel históricamente bajo de dinero y tiempo en los juegos de Tencent desde 2021, cuando la protección de los menores se convirtió en un foco de atención para Pekín.
NetEase declinó hacer comentarios.
Pekín se ha vuelto cada vez más dura con los videojuegos a lo largo de los años. En el 2021, China estableció estrictos límites de tiempo de juego para los menores de 18 años y suspendió la aprobación de nuevos videojuegos durante unos ocho meses, alegando problemas de adicción.
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Aunque las medidas estrictas terminaron formalmente el año pasado con la reanudación de la aprobación de nuevos juegos, los reguladores han seguido imponiendo restricciones para frenar el gasto “dentro del juego”.
Las nuevas normas reveladas el viernes son las más explícitas destinadas a frenar el gasto dentro de los videojuegos. Además de prohibir las funciones de recompensa, los juegos también están obligados a establecer límites a la cantidad que los jugadores pueden recargar en sus carteras digitales para gastar dentro del juego.
“Es probable que la eliminación de estos incentivos reduzca el número de usuarios activos diarios y los ingresos de las aplicaciones, y podría obligar a los editores a revisar a fondo el diseño de sus juegos y sus estrategias de monetización”, afirma Ivan Su, analista de Morningstar.
También se prohíbe que los juegos ofrezcan sorteos probabilísticos a menores y que permitan la especulación y la subasta de artículos de juego virtuales.
Pero las nuevas normas incluyen una propuesta que se espera sea bien acogida por el sector: exigir a los reguladores que tramiten la aprobación de los juegos en un plazo de 60 días.
Las nuevas normas también reflejan la preocupación de Pekín por los datos de los usuarios, exigiendo a los editores de juegos que almacenen sus servidores en China.
La administración está solicitando comentarios públicos sobre las normas hasta el 22 de enero del 2024.
Como resultado de las medidas enérgicas de Pekín contra el juego en el 2021, el 2022 fue el año más difícil para la industria china del videojuego, ya que los ingresos totales se redujeron por primera vez.
El mercado chino del videojuego volvió a crecer este año, ya que los ingresos nacionales aumentaron un 13%, hasta 303,000 millones de yuanes (US$ 42,600 millones), según la asociación del sector CGIGC.