La canasta básica familiar presenta una dinámica marcada por la variabilidad de precios en distintos rubros. A pesar de una inflación que se encuentra cerca del rango meta, según el último informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), algunos productos experimentaron incrementos notables al cierre del 2023.
Según el BCR, los rubros que destacan por mantener inflaciones significativas son alimentos y bebidas en general, tanto dentro como fuera del hogar, educación y salud, con tasas interanuales del 5.6%, 6.4%, y 3.6%, respectivamente.
“En el caso de los alimentos, la demanda sigue siendo el principal impulsor de sus precios. La priorización del gasto debido al aumento de tasas de interés por parte del BCR ha llevado a que las personas posterguen gastos en bienes y servicios no esenciales”, sostiene Jorge Luis Ojeda, profesor de Finanzas de la UPC.
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Sin embargo, la alimentación y la educación, siendo prioritarias en los hogares, mantienen una demanda constante, contribuyendo así a la persistencia de sus altos precios
El informe también revela que los combustibles, la energía y los bienes importados han experimentado reducciones en sus precios. Esta disminución se atribuye en gran medida a la caída del tipo de cambio, ya que estos productos, adquiridos en el extranjero y en dólares, están directamente vinculados a la volatilidad de dicha moneda.
Frente al aumento de precios en alimentos y otros rubros esenciales, se recomienda a la población considerar opciones más accesibles. En el caso de alimentos, la elección de productos con precios más bajos puede ayudar a mitigar el impacto en el presupuesto familiar.
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Para gastos como educación y transporte, se sugiere un análisis más detenido de las opciones disponibles, aunque puede ser más desafiante. La revisión de los hábitos de gasto es crucial, identificando posibles gastos hormiga que, aunque pequeños, suman significativamente a lo largo del tiempo.
“A pesar de la positiva evolución de la inflación en los últimos meses, la economía enfrenta desafíos como la recesión y el bajo crecimiento. Se insta a la prudencia financiera, la revisión constante de los hábitos de gasto y la postergación de gastos prescindibles. El ahorro se presenta como una herramienta clave en este escenario, permitiendo enfrentar posibles eventualidades económicas”, sostiene el especialista.
En ese sentido, la canasta básica familiar del 2024 demanda una gestión cuidadosa de los recursos económicos, ajustándose a la realidad económica actual y procurando la estabilidad financiera de los hogares, apuntó Ojeda.