El distanciamiento social y las medidas de bioseguridad que acompañarán por un tiempo más a la población debido a la pandemia, han transformado los hábitos de consumo en relación a diferentes productos, uno de ellos, el de las bebidas alcohólicas. Se pasó de buscar destilados para celebrar ocasiones sociables a disfrutar momentos más íntimos, y la industria lo ha captado muy bien.
Así, en el 2020 la bodega Viña Vieja anunciaba el lanzamiento de los primeros vinos en lata en el país bajo su concepto “Ready To Drink”, influenciado por una tendencia que viene tomando fuerza en Estados Unidos, Chile y Argentina.
Para este 2021, otras marcas seguirían ese camino en Perú. Santiago Queirolo, presidente del Comité de la Industria Vitivinícola de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) declaró a Gestión.pe que las empresas a las que representa comenzarán un estudio, que tomará un mes, para evaluar los nuevos formatos del vino para cautivar un público más joven, seguir fidelizando a su actual segmento y que el envase mantenga la calidad del producto.
“Están evaluando hacer envases más pequeños porque no todos toman la botella de vino completa, se apunta a consumidores más individuales porque estas bebidas, en comparación a las malta, no son sociables”, añadió el gerente general de la SNI, Antonio Castillo.
La elaboración de vinos ha crecido entre enero y agosto de este año en 68.7% respecto al mismo período del 2019, con una producción de 12′391,820 litros, y con una venta que se concentra principalmente en el paladar nacional.
Considerando las cifras auspiciosas, Queirolo proyectó que el mercado de vinos alcance este año sus cifras prepandemia. Informó, además, que -como marca- evalúan ampliar sus terrenos de cultivo en Ica. “No duplicar la producción pero sí para crecer de forma sostenida según el mercado local e internacional lo pida”, anotó.
Cabe indicar que la empresa Santiago Queirolo llega con sus productos a Europa y Norteamérica, y ahora apunta a retomar las negociaciones para su acceso a China.
Bebida bandera
Mientras que el pisco -con 4′013,991 litros producidos hasta agosto de este año, lo que significó un crecimiento de 19.5% sobre el mismo período del 2019- elevaría sus envíos a países claves, informó la vicepresidenta del Comité de Pisco de la Asociación de Exportadores (Adex), Carmen Robatty de Moquillaza.
“Hay muchos países a los que todavía no llegamos con una difusión fuerte, pese a ello, hay países que nos miran con muy buenos ojos para seguir elevando los envíos, como España, Países Bajos y, como país nuevo, se apunta a Brasil”, refirió.
Solo a mayo de este año, los envíos de pisco a Estados Unidos se elevaron en 235% respecto al 2020 y concentra el 61% del total exportado. Le siguió Países Bajos (US$ 200,402), España (US$ 126,962), Australia (US$ 80,797) y Bélgica (US$ 69,385).
Para Robatty de Moquillaza, el reto aún es conquistar el mercado nacional. Un primer paso fue, durante la pandemia, el uso de las plataformas digitales para enseñar al consumidor, través de catas virtuales, a combinar el pisco con un buen postre.
“Algunas bodegas comenzamos a desarrollar alianzas con otras empresas para presentar un buen maridaje, entonces nos hemos unido con chocolaterías, galletas, librerías, florerías, tabla de quesos y jamones, entre otros”. Se estima que el 80% de las marcas de pisco han incorporado esta estrategia.