La moda de otoño e invierno empieza a tomar las vitrinas de las tiendas en Nueva York y todas las ciudades del hemisferio norte donde el frío es más intenso desde setiembre a diciembre, principalmente, señala la Oficina Comercial del Perú (Ocex) en Nueva York.
Esto pasa todos los años, pero en cada temporada hay características especiales y ahora la revista Vogue, ante la inmensa variedad de las propuestas de un número creciente de prolíficos diseñadores, asegura que la moda se trata cada vez más de que la ropa sirva para decir lo que siente -o desea- la persona que viste cada prenda.
Frente a la prenda en sí, en estas épocas sería más importante el mensaje que transmite cada material, diseño, tamaño, brillo.
Steff Yotka de Vogue argumenta que el hecho de que todas las estrellas vistiesen de negro en la última entrega de los Oscar, debido al movimiento contra el abuso sexual de las mujeres “me too”, ha sido una clara señal de la moda como elemento de protesta visual y del reflejo del interés por participar en la promoción de causas importantes.
Por ejemplo, las múltiples protestas contra el racismo o el rechazo en Estados Unidos hasta la facilidad de comprar armas de fuego, incluso de uso militar. Es así que la moda toma este rol de proyectar sentimientos profundos o mensajes emocionales de las personas.
Por ejemplo, tallas sobredimensionadas e inspiraciones en el oeste norteamericano que proyectan independencia y cierta añoranza por la vida más simple del campo, así como abultadas pieles artificiales o diseños complejos con colores radiactivos que demostrarían una gran seguridad en uno mismo, o una proyección de optimismo con vestidos simples, cortos y brillantes, así como looks de los “mejores” días de los 80, donde la confianza en sí mismos de los norteamericanos era indudable.
Incluso se refuerza la idea de que las estaciones ya no marcan el pulso de la moda, considerando la generalización de la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano, sino son más bien los mensajes profundos y emocionales los que se están priorizando actualmente.
Elementos peruanos
Ya que el frío se ha iniciado y durará hasta febrero y marzo, aún es necesario abrigarse para salir al exterior, en especial en ciudades donde se suele caminar mucho como Nueva York, y allí dos elementos peruanos son claves, por un lado la alpaca y, por el otro, el poncho.
La alpaca con su gran capacidad térmica se está convirtiendo en el material con máxima sostenibilidad en el lujo, mensa je importante debido a que toda la sociedad está dando cada vez más importancia al cuidado del medio ambiente, al buen trato a los animales y la sostenibilidad social, incluyendo el empleo de mujeres en la fuerza laboral.
La Ocex destacó que muchas fibras han sido cuestionadas por su impacto negativo en estos campos.
Por su parte, el poncho es un clásico outerwear o prenda que se pone sobre el resto de la ropa en especial para salir al exterior. Sus ventajas son su aparente simplicidad, su fácil colocación y su versatilidad para usarse de diferentes formas y su mensaje es también de autenticidad, practicidad y de respeto por otras culturas.
Por otro lado, el poncho no es una prenda estática, sino que ha sido modernizado y rediseñado por un importante número de marcas internacionales, las cuales lo han incluido en su oferta de productos. Indudablemente los colores, los materiales, las texturas, las formas finales, agregados o adaptaciones responderán a lo que el público de cada ciudad busque en cada oportunidad.
El poncho de hoy tiene una gama tremenda y se adapta a múltiples estilos de vida y diferentes usos. Desde ponchos que se usan sobre las ropas de baño en la playa (Missoni, que tiene una amplia lista de ponchos) a ropa casual (Lululemon), hasta el segmento de lujo (Max Mara y Loro Piana con ribetes de piel) y la alta moda (Delpolzo con una mezcla de alpaca).
Así, los diseños van desde líneas limpias y colores sólidos hasta impresiones étnicas (Etro) y diseños mucho más modernos y audaces. Y además, abarca todas las gamas de precios desde menos de US$ 100 (Lululemon) a miles de dólares por prenda en Bergdorf Goodman y Net-aPorter.
Estilo de vida
Al respecto Mike Faherty, director creativo y cofundador de Faherty Brand LLC., empresa de rápido crecimiento y que busca continuar aumentando sus compras de exportadores peruanos en un 25% anual, comenta que “para nosotros el poncho evoca un estilo de vida relajado al aire libre.
Habiendo viajado a Perú, nos inspiramos en sus paisajes y colores, y buscamos que nuestros ponchos utilicen los tejidos de mejor calidad que podemos producir, en una variedad de diseños”. Ellos usan el nombre de poncho para un gran número de sus presentaciones.
Por su parte, marcas como Loro Piana presentan ponchos en mezclas de vicuña y cachemira con aplicaciones de piel (visón), con cierre para mayor comodidad y versatilidad en el uso y, a veces, con brazos o aberturas para movilidad de los brazos.
Hermes también presenta un poncho en esta ocasión con telas muy ligeras. Pero la marca Missoni es quizás la que más variaciones del poncho presenta en cada temporada y para ocasiones muy diferentes, tanto de algodón como fibras de invierno y sintéticos en diferentes mezclas.
Angela Missoni visitó el Perú, específicamente Arequipa, y se quedó encantada con la alpaca. Ella comentó que el poncho es una prenda que aprecia por su gran versatilidad, mientras que su simplicidad de forma es el marco perfecto para sus coloridos patrones en zigzag, que son una de las principales características para el reconocimiento de la marca Missoni.
Es por ello que han adaptado el poncho a prácticamente todas las ocasiones de la vida cotidiana y salidas fuera de la casa. Las variaciones de estilos van desde el tamaño del poncho, su ancho, su peso, el tipo de abertura, detalles como mangas, etc.
Igual, el diseño peruano puede basarse en la historia de piezas y técnicas ancestrales para traerlas a las principales capitales de la moda en una adaptación que las haga ver siempre frescas y cargadas de mensajes para un futuro mejor.