La empresa Aeropuertos del Perú (AdP) -operadora del primer grupo de 12 aeropuertos regionales- espera culminar este año con los estudios previos al inicio de grandes obras de ampliación y rehabilitación de pistas en diversos terminales aéreos bajo su concesión.
AdP asumió el 2006 la concesión para el diseño, mejora de infraestructura y servicios, mantenimiento, operación y explotación de los aeropuertos de Anta (Huaraz), Cajamarca, Chachapoyas, Chiclayo, Iquitos, Pisco, Piura, Pucallpa, Talara, Tarapoto, Trujillo y Tumbes.
Entre otras obras, hasta el momento la compañía ha concluido ya la construcción del aeropuerto de Pisco, e iniciado el proyecto de modernización del aeropuerto internacional de Chiclayo, cuyos estudios, al igual que los de los aeropuertos de Trujillo, Piura y Cajamarca, están ya en fase final.
Así lo indicó a Gestión el gerente general de esa compañía, Evans Avendaño, quien, en principio, descartó que exista un estancamiento en las inversiones que desarrolla la compañía, pues aseguró que tienen avances en todos los aeropuertos bajo su concesión.
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Según Ositrán, hasta febrero del 2023, ese organismo le ha reconocido a AdP inversiones por US$140,996,100, lo que, refiere, representa un avance del 22.20%.
Avendaño explicó que, a diferencia del aeropuerto Jorge Chávez, que es una concesión autosostenible, el primer grupo de aeropuertos regionales es una concesión cofinanciada (con el Estado) y, por lo tanto, está sujeta a los procesos regulares de aprobación de obras públicas.
Sin embargo, refirió que las inversiones iniciales (que preveía su contrato) ya están ejecutadas en su totalidad, y ha concluido también las fases de planificación y aprobación de planes maestros (para modernizar o ampliar los aeropuertos) cuyos estudios previos al inicio de obras están por culminar.
Así, detalló que, solo para la ampliación de terminales de pasajeros, se planea realizar una inversión de US$2,500 millones (a ejecutar en el periodo de su concesión), mientras sus planes para el mejoramiento del lado aire (que comprende, entre otros, las pistas de aterrizaje), implica inversiones por US$500 millones.
Obras inmediatas en aeropuertos regionales
En este último caso, precisó que en el corto plazo AdP prevé ejecutar US$230 millones para la rehabilitación integral de pistas de aterrizaje en los aeropuertos de Pucallpa, Iquitos, Tumbes y Pisco, cuyos expedientes técnicos ya ha concluido.
Esto es adicional a la conclusión de la rehabilitación de la pista de aterrizaje de la ciudad de Chiclayo, mientras que en semanas se prevé iniciar una inversión por US$45 millones para rehabilitar de manera integral la pista de aterrizaje del aeropuerto de Piura.
Obras en terminales de pasajeros
Asimismo, el gerente general de AdP indicó que en los siguientes meses espera que se concluya con la elaboración de los expedientes técnicos y estudios de ingeniería de detalle (que es el paso previo a la construcción) para la ampliación de los terminales de pasajeros de Chiclayo, Trujillo, Piura y Cajamarca.
En cuanto al terminal para Chiclayo, indicó que (concluidas las obras) pasaría a ocupar, desde los actuales 2,000 metros cuadrados (m2) hasta 40,000 m2, lo que le permitirá incrementar su capacidad de recibir pasajeros, de los actuales 600,000 al año a 2.4 millones anuales hasta el 2036, detalló.
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Además, adelantó que contará con un nueva terminal para carga de mercancías, con lo que la actual (de 150 m2) pasará a tener cerca de 2,000 m2, y refirió que la empresa que lo vaya a operar, podría incorporar por ejemplo cámaras de frío para facilitar la agroexportación del norte.
En general, Avendaño prevé que al 2028 estén concluidas estas obras para los terminales de Chiclayo, Trujillo, Piura y Cajamarca.
¿Cómo es el fast track que AdP plantea para acelerar obras
No obstante, el ejecutivo señaló que se ha planteado al concedente (Ministerio de Transportes y Comunicaciones) realizar una adenda a su contrato de concesión, a fin de incorporar un esquema de fast track que permita acelerar la aprobación de estudios y culminación de las obras.
Reconoció que su contrato de concesión es un poco restrictivo respecto de los modelos de contratación que podrían seguir, pues hoy cada una de las fases para obtener la aprobación de los estudios se hace en forma consecutiva, cuando podría ir por un sistema de aprobación más rápido.
“Hay modelos de gestión que son mucho más colaborativos, con los cuales yo podría, en una sola licitación, adjudicar el expediente técnico, el diseño del expediente técnico, y la obra, con lo cual ahorramos plazos, y así ir más rápido con la ejecución de las inversiones”, anotó.
Añadió que con un esquema de fast track se podría también gestionar mejor los riesgos, y también resolver los problemas (entre las partes) en forma más oportuna, sin necesidad de ir a arbitrajes. Avendaño refirió que ha encontrado predisposición del Estado para evaluar su propuesta.