El 72% de CEO en el Perú no espera que economía mejore este año, según indican los resultados de una encuesta de PriceWaterhouseCoopers (PWC).
La investigación, que recopiló datos entre octubre y noviembre del pasado año, indicó que solo el 28% espera que la economía mejore en los siguientes doce meses, mientras que el 60% tiene la expectativa de que empeore y el 12% indicó que espera que se mantenga igual.
En contraste, los resultados de la misma encuesta en enero del 2021 señalaron que un 35% esperaba que la economía mejore, y otro 65% que se mantenga igual o empeore.
Orlando Marchesi, socio principal de PWC Perú, aseguró que el pesimismo se explica, principalmente, por el entorno de volatilidad política que se acentuó en la anterior administración.
Cabe señalar que la fuente de riesgo político se reflejó en la confianza empresarial (expectativa de la economía a tres meses), que, según el Banco Central de Reserva (BCR), se ha mantenido pesimista desde diciembre del 2021 (el dato a 12 meses también se encuentra en terreno negativo).
“Pese a tener una fortaleza macroeconómica en comparación a la región, hemos tenido un gobierno que no ha sido favorable a la inversión, además de enfrentamiento político. Para el inversionista peruano, que opera en el país, el ruido político influye en su percepción y, por tanto, en sus decisiones de inversión. Después de la elecciones (presidenciales del 2021) las empresas han llevado dinero al exterior tratando de diversificar riesgo, y es una señal sobre cómo esperan que vaya la economía”, anotó.
El representante de PWC mencionó que, bajo la coyuntura actual que ha sumado una escala de protestas sociales sobre todo en la zona sur y el posible adelanto de elecciones, es complejo tener una visión sobre cómo avanzarán estos indicadores.
“Es complicado hacer un pronóstico. Es posible que con otro tipo de gobierno este año mejore la percepción. Tenemos un país con una estructura económica (macrofiscal) sólida, que crece a pesar de la crisis interna, y que nuevamente tiene precio de minerales altos. A mediano plazo, en los próximos meses, se tienen las condiciones para mejorar y cambiar la percepción de las firmas. Para ello, se necesita pasar el actual contexto social y tener una mejora de gestión en los tres niveles de gobierno, de forma que se usen bien los recursos para reducir el descontento actual“, apuntó.
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Más optimistas con sus empresas
A diferencia de lo que pasa con la visión sobre la economía, las empresas tienen una mayor confianza en los resultados (crecimiento de ingresos) de sus propias operaciones.
Según expone PWC, para los próximos tres años, la cifra de aquellos CEOs en el Perú que se sienten extremadamente confiados respecto a las perspectivas de crecimiento de su organización es de 33%. Otro 48% señala estar moderadamente confiado.
Marchesi indicó que esto se explica porque las firmas tienen confianza en aquello que pueden controlar, aunque esta sería mayor con una visión mejor sobre la economía en general.
“En su organización los CEO están más confiados porque tienen control sobre las medidas que se pueden realizar para sacar ventaja frente a la actual coyuntura. La economía puede crecer 2%, y hay empresas que lo harían a dos dígitos y atrás de ello están la planificación y medidas a tomar. La confianza, evidentemente, sería mayor si la economía va mejor”, indicó.
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Principales amenazas
La investigación señala también que la principal amenaza que reportan para este año es el entorno de inflación (que está por encima de su meta desde junio del 2021). Hoy se encuentra en 8.66% para Lima Metropolitana).
De los CEOs encuestados el 36% indicó que su organización está extremadamente expuesta a la inflación, mientras que otro 44% mencionó que la exposición es moderada.
“La inflación es un problema que ataca la estructura de costos de las empresas y esto puede verse trasladado al precio final. No obstante, el miedo siempre pasa por si efectivamente se puede subir los precios, pues se puede estar en un mercado bastante competitivo. Esto puede terminar en pérdida de mercado o restando márgenes. Lo que vemos que están haciendo es ajustar sus costos para evitar que haya un fuerte traslado a precios. Si se trata de empresas que venden en el mercado local, o que importan en dólares y venden en soles, se tiene más exposición”, dijo Marchesi.
Otras de las amenazas identificadas son la volatilidad macroeconómica, conflictos geopolíticos y desigualdad social, esta última vinculada a los conflictos sociales.
“Los movimientos de tasas a nivel interno y externo influyen en las decisiones de las firmas del país. Hoy los costos de financiamiento son bastante altos, y esto aplaza decisiones. En conflictos geopolíticos se hace referencia al impacto que puede haber en la importación de materias primas por Rusia y Ucrania, o potenciales conflictos como el de China y Taiwán. La desigualdad impacta por la menor base disponible de potenciales consumidores, y también al descontento social que trae un entorno más sensible a protestas o bloqueos”, anotó.
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¿En qué invertirán más?
Respecto a la inversión, señaló el reporte, los CEO darían prioridad, en los siguientes meses, a planes vinculados más a la automatización de procesos, capacitación de personal, despliegue tecnológico y ajustes en las cadenas de suministros.
El representante de PWC mencionó que parte de las inversiones pasan por optimizar procesos y enfrentar el entorno inflacionario (reducir costos), pero también para poder ganar ventaja competitiva frente a una economía posiblemente no tan auspiciosa.
“Lo que marca la diferencia ahora en las empresas es la inversión en tecnología y poder entrenar al personal para que hagan uso de las mismas. Esto se relaciona con ventaja que quieren cobrar y también con la reducción de costos frente a la inflación. El ajuste de la cadena de suministros está, por otro lado, relacionado a estar menos expuestos a problemas de abastecimiento con China y los fletes. Se busca entonces traer parte de su fabricación a zonas más cercanas”, apuntó.