Redacción Gestión

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Con la culminación de la torre residencial neoyorquina 432 Park Avenue, de 96 pisos, la cantidad de súper rascacielos (edificios de más de 300 metros de altura) superó el centenar.

Así lo informó el Council of Tall Buildings in Urban Habitats (CTBUH), una organización internacional que se dedica a documentar el desarrollo de este tipo de construcciones.

Según El Mercurio, la entidad indicó lo notable es que en apenas cinco años se duplicó el número de estas estructuras, mientras que para llegar al medio centenar habían sido necesarios 80 años.

El informe de CTBUH señala que un aspecto clave que explica este cambio es el desarrollo tecnológico, como las mejoras en la resistencia lateral.

Esto se aprecia claramente en el 432 Park Avenue, de 425.5 metros de altura, que pese a su notoria delgadez, comparado con otras mega estructuras, es incluso más alto que el famoso Empire State Building y solo es superado por el nuevo One World Trade Center como el más alto de la ciudad.

Según el CTBUH, la cantidad seguirá aumentando, ya que hay un centenar más de edificios de esas características en construcción o que se completarán en los próximos cinco a seis años, especialmente en Asia.

La lista incluye a la Jeddah Tower, en Arabia Saudita, que con sus 1,000 metros de altura será pronto el edificio más alto del mundo. El título hoy lo ostenta la torre Burj Khalifa en Dubai, que alcanza una altura de 829.8 metros y cuenta con 163 pisos.

Para Mario Lafontaine, director de nuevas tecnologías de René Lagos Engineers, hay muchos factores que motivan el crecimiento vertical de las ciudades, como las condiciones geográficas (estar rodeado de cerros), la escasez de suelo ante una población creciente o el deseo de un producto con valor agregado (mejores vistas).

También ha evolucionado la tecnología. "Hoy es posible hacer modelos a escala del edificio y su entorno, y simular, mediante un estudio de túnel de viento, el efecto que este tiene sobre la estructura, para evitar vibraciones molestas que, en caso de un mal diseño, lo harían inutilizable", agrega.

Además, se han perfeccionado tecnologías mitigadoras, como los amortiguadores de masa sintonizada (sistemas de protección sísmica) con ayuda de fluidos.

"Igualmente es posible realizar complejas simulaciones del comportamiento estructural del edificio, para verificar su desempeño ante los terremotos más severos que han azotado el planeta", puntualizó.