El proceso de reducir las compras de activos del banco central de Estados Unidos (Fed), conocido como Tapering, comienza y el mercado se prepara para ello.
Así, la compra de bonos y valores, que hasta ahora equivalía a US$ 120,000 millones mensuales, se ralentizará.
“La Reserva Federal está retirando los estímulos y cuando lo hace lo que normalmente ocurre es un incremento en las tasas de interés”, señaló Marco Contreras, head of research de Kallpa SAB.
El efecto inmediato en el mercado local debería ser una caída en el precio de los bonos, acompañada de un aumento en las tasas de interés, dijo.
Además, podría generar una preferencia por cambiar moneda local a dólares y haría menos atractivas las acciones, con lo cual la plaza bursátil limeña tendría una corrección a la baja, agregó.
Sin embargo, advirtió, a diferencia de la última vez que la Fed utilizó este tipo de operaciones, esta es una medida ya anticipada por el mercado que esperaba el inicio de los retiros de estímulos a través de este programa de compra de activos.
Es muy probable que muchos de estos efectos estén internalizados por el mercado, acotó.
En esta línea, el analista enfatizó que “más que el Tapering, lo que genera un poco de incertidumbre es la siguiente etapa: el incremento de la tasa de referencia de la Fed, fecha que todavía es un poco incierta”.
Si los resultados de la economía estadounidense son mejor a lo esperado podría acelerar la subida de tasas de interés, evento al que estará pendiente el mercado, comentó.
Según Contreras, un mayor número de incrementos en las tasas, de las que se esperan para el próximo año, no está internalizado por los inversionistas, lo cual podría golpear negativamente y de forma inmediata a los activos.
De este modo, perjudicaría tanto la moneda local, depreciando el sol, como a los bonos, cuyas tasas de interés subirían, y a las acciones locales, que caerían, detalló.
En contraste, menos subidas de tasas de las esperadas indicará que los estímulos van a continuar por más tiempo, con lo que el mercado estadounidense seguiría su tendencia alcista y favorecería a los activos emergentes, añadió.