Los mercados y la economía global iniciaron un ajuste desde el año pasado, el cual continuaría este 2023. Sin embargo, las economías emergentes como Perú tienen un factor político que es clave en la evolución de su plaza bursátil.
Hay tres cambios estructurales identificados en el mundo: un nuevo entorno monetario más restrictivo, modelo de crecimiento no basado en acumulación de deuda y un entorno geopolítico de mayor incertidumbre, dijo Juan Carlos Ureta, presidente de Renta4 SAB.
“Pese a ello, el ajuste global es ordenado, no se ven episodios de derrumbe en la economía, parecía que venía una recesión gorda en EE.UU. y Europa, pero ahora se prevé algo leve y transitorio”, señaló. Además, el proceso de subidas de tasa de interés estaría llegando a su final, agregó.
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En este escenario, Ureta enfatizó su actitud positiva sobre instrumentos de economías emergentes, entre ellas, la región Andina.
“La reapertura de China le viene bien a Perú, así como el buen desempeño de las materias primas, el gran problema que tiene este país es su inestabilidad política, eso afecta sus mercados”, alertó.
Es así que, pese al buen desempeño de los mercados a nivel internacional, hay algunas acciones de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) que sufren más y reportan pérdidas en el año, comentó César Romero, head of Research de la misma casa de bolsa.
Los papeles de bancos registran un retroceso de 4.89% en lo que va del año, lo que responde a menores expectativas de colocación de crédito, afectadas también por las protestas de los últimos meses, sostuvo.
Además, comentó que se observa un recorte en el spread (diferencial de tasas de crédito y de ahorros), un ligero incremento en la morosidad y, por ende, un menor margen financiero en los últimos años.
Otro sector de los más afectados es construcción, cuyas acciones vienen disminuyendo 5.25% a la fecha, dado que estas empresas dependen principalmente de la demanda local, añadió.
El especialista señaló que la crisis política genera un escenario de incertidumbre que limita la operación de muchos negocios, lo que perjudica el bolsillo de muchos peruanos, quienes ya vienen con el impacto de la inflación. Con ello, retrasan su decisión de consumo y de endeudamiento, tomando en cuenta que el costo del crédito también es elevado.
Lo mismo se observa en el sector construcción, en que los proyectos se han visto mermados por la poca certeza de realizar inversiones de largo plazo.
Asimismo, Romero refirió que la crisis política también tiene impacto sobre otras variables como el tipo de cambio que registró una ligera apreciación, a diferencia del promedio observado en la región.
El indicador de riesgo soberano del país, medido por los CDS a cinco años, se apreciaron a nivel local, en contraste Latinoamérica en que retrocedió, añadió.
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