El año culmina en el Perú con la economía reactivándose de a pocos en su cuarta fase y a la espera de la reapertura de sectores culturales, pero principalmente con las luces impactando sobre las vitrinas de los centros comerciales, que los más de 32 millones de peruanos observan antes de Navidad, esperando desembolsar su dinero en los productos comerciales e insumos navideños. ¿En qué no gastar y cómo ahorrar este mes? Tres expertos en finanzas personales lo explican.
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El docente de la Facultad de Negocios de la Escuela de Posgrado en la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC), Jorge Luis Ojeda; el decano en ingeniería económica y de negocios de la Universidad Científica del Sur, Alejandro Molina; y el gerente de TGC & W Consultores Asociados y autor del libro “¿Y si hacemos dinero? Aprende a Ahorrar”, Walter Ayzaguirre, alertan sobre los errores que podría cometer una persona al hacer compras navideñas y recomiendan mantener constancia en el ahorro para no caer en el estrés financiero al llegar las fiestas de fin de año.
PLANIFICAR LA NAVIDAD SIEMPRE
Hay dos tipos de empleados: quienes reciben gratificación y quienes no. Los primeros deberían de destinar un 50 % de ese ingreso para amortizar deudas. La otra mitad del saldo debería estar destinada para insumos de la cena navideña, compras de regalos y ahorro como fondo futuro o de emergencia.
Este mes, no es tan importante saldar la deuda hipotecaria y vehicular, pues tienen tasas de interés muy bajas, a diferencia de dos que sí son significativas, como la tarjeta de crédito o el crédito personal (préstamos), esta última con un interés más caro.
A quienes no reciben gratificación, solo les queda destinar su sueldo a sus necesidades, siendo ordenados, y no dejándose llevar por el lado emocional. “Es mejor establecer un presupuesto y decidir, por ejemplo, no superar, del 20 % del dinero que ganamos, en regalos navideños, y tener un punto de vista sobre ello para cumplir con las responsabilidades en casa, que serían del 80 %”, comenta Walter Eyzaguirre.
Otra recomendación del experto es considerar el “ahorro hormiga”, que equivale alrededor de un 5 % del ingreso mes a mes. Así, llegar a fin de año con suma tranquilidad para mirar sin tristeza las ofertas en las tiendas.
Dentro del presupuesto, hay que apuntar las categorías de gastos prioritarios de la estructura familiar, como alimentación, arrendamiento de vivienda (si hubiera), educación (colegio o nido), servicios y seguros (médico, accidente, etc.). Los tres expertos coinciden en que la constancia en el ahorro es la clave mágica para llegar a diciembre con una bolsa exclusiva para gastos navideños.
Jorge Luis Ojeda comenta que el dinero de los regalos equivale a lo que resta del presupuesto. Es decir, se tiene que contabilizar una lista de gastos prioritarios, ingresos y un ahorro del 10 % o 15 %; a partir de ello, lo que reste es lo que se podrá usar en esta época. El gasto de Navidad está anclado a la proyección de los ingresos que una persona tiene en cuatro meses: diciembre, enero, febrero y marzo.
TARJETA DE CRÉDITO = CONSTANCIA
Un error muy frecuente es cubrir gastos fijos o gastos muy importantes con el uso de las tarjetas de crédito. “Si bien, es cierto, la tarjeta permite cubrir emergencias o gastos puntuales, hay que ver que, cuando el pago se prorroga por mucho tiempo, los intereses hacen que el gasto sea sustancialmente alto y la familia tenga una deuda que no tenía contemplada en su presupuesto”, comenta Alejandro Molina.
A menos que sea una situación extrema, lo recomendable es no utilizar la tarjeta de crédito en estas fechas. En caso de hacerlo, las cuotas serían las mayores enemigas de una persona que pasa su tarjeta por la ranura del POS sin haber programado el gasto específico que está realizando. El uso eficiente del crédito no es el proyectado a una sola cuota, sino se trata de la programación previa del pago en tres, cinco o la cantidad de meses que considere la persona.
La tarjeta de crédito tiene una lógica y no es “tengo un saldo y por eso la uso”. Si no, lo más consciente es pensar que se trata de “un dinero que me está prestando el banco y lo debo pagar”. Adicionalmente, la palabra clave es constancia: mientras haya una programación de las cuotas y un ahorro mensual, no habría problema de gastar una cifra específica en fin de año.
Según Jorge Luis Orrego, la tarjeta de crédito funciona muy bien cuando una persona la tiene en cero, mientras se cancele el monto total, apenas termine el ciclo de facturación. Siempre que estén el cargo total cancelado, la persona puede hacer compras con hasta 40 o 45 días sin interés alguno, de lo contrario, empiezan a correr los intereses. Eso da paz al usar ese medio de pago en Navidad.
También recuerda la importancia de identificar el “gasto hormiga”, que en fiestas se dispara. Se trata del dinero que una persona destina a “pequeñas compras” de bajo costo, como juguetes de Papa Noel, ropa en oferta por Navidad, dulces navideños, entre otros, que al sumar sus cantidades, marcan una cifra importante.
Muchos de los errores cometidos en las finanzas con crédito son por falta de conocimiento en la administración de este. De acuerdo con un estudio del BCP publicado en agosto, el 54 % de los encuestados no prevén un presupuesto de ingresos y egresos. Lo más impactante es que el 62 % de peruanos dijo que nunca tuvo educación sobre manejo del dinero personal.
¿INVERTIR AHORA?
Si eres una persona que recién ha retirado su AFP y es tiene saldo importante, considera que tu mejor regalo de Navidad puede ser no comprar ese televisor o esa refrigerada que tanto quieres.
Otro error justo en esta temporada comercial es gastar ese dinero recién recibido en “gastos superfluos”. Lo ideal es invertir en algo que genere un ingreso extra. Alejandro Molina recomienda planear algún emprendimiento, echar un ojo a las actividades comerciales o hasta considerar una inversión asesorada en la bolsa de valores de Lima.
“Los fondos de inversión inmobiliarios, por ejemplo, no necesitan grandes sumas de dinero. Incluso, los tickes de entrada y los montos para acceder a ese tipo de inversiones, con 1.000 soles, 500 soles o 1.000 dólares, le convienen a cualquier persona natural con un ingreso extraordinario”, recomendó.
Siguiendo la filosofía del economista e inversor Warren Buffet, los peruanos deberían pensar que los gastos siempre tienen que estar correlacionados con los ingresos promedio, y gastar menos de lo que se tiene. Es decir que, si ganas suficiente para comprar un auto de 20 mil dólares, entonces compra uno de 10 mil.