Cada vez son más peruanos los que deciden emprender. Mientras unos optan por los micro y pequeños negocios tradicionales, otros buscan desarrollar productos o servicios que son más requeridos por el mercado, cuyo diseño y comercialización están orientados completamente al cliente, los cuales conocemos como startups.
“La definición de startup incluye dos elementos fundamentales: escalabilidad e innovación”, dijo Luis Narro, gerente de operaciones de la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap).
La escalabilidad permite tener un modelo de negocio con la capacidad de crecer sin adquirir costos fijos adicionales, señaló. En tanto, la innovación es el factor que generalmente permite alcanzar esta escala, a través del uso de tecnologías, agregó.
Así, según Narro, un peruano que desee iniciar su primer prototipo para una startup, requerirá de por lo menos S/ 50,000.
Con este capital podrá pasar de un producto mínimo viable a sus primeras ventas y, eventualmente, buscar financiamiento para expandirse, expresó.
“Tal vez con esta inversión no pueda ser tan intenso en el uso de tecnología, como desarrollar una patente, pero al menos empezará a testear con el mercado, contratará un par de personas y concretará sus primeras ventas”, precisó.
Financiamiento
De acuerdo con Narro, una vez se tiene una compañía joven, con un fuerte componente en escalabilidad e innovación, el fundador y demás socios pueden acceder a distintas formas de financiamiento para el desarrollo de su startup.
Sin embargo, dicha búsqueda de capital se realiza fuera del sistema financiero pues estos negocios innovadores aún representan un elevado riesgo crediticio, aclaró.
Entre la formas de financiamiento que mencionó el especialista está el capital semilla, destinado directamente a los emprendedores en etapa inicial, a través de programas que brindan desde S/ 50,000 hasta S/ 500,000.
En la misma línea, se encuentra el inversionista ángel que, al contar con un excedente de capital, coloca sus recursos en empresas en etapas tempranas de desarrollo y con un alto potencial de crecimiento y de riesgo.
También se tiene el crowdfunding, cuya norma fue recientemente publicada, que permite que tengan financiamiento a través de la recolección de montos más pequeños de muchos inversionistas.
A ellos se suman, corporate venture y venture capital que identifican a startups en etapa de escalamiento y les exige ciertos parámetros como un monto mínimo de ventas y trabajadores.