La apuesta por incrementos de capital de las empresas que cotizan en la plaza limeña registra un menor ritmo en los últimos dos años.
En el 2022, los aumentos de capital de las firmas sumaron S/ 4,373 millones, cifra inferior en 20% a los S/ 5,472 millones alcanzados en el 2020, de acuerdo con datos de la Bolsa de Valores de Lima (BVL).
Las empresas pueden reasignar las utilidades del último año, o las retenidas de años anteriores, si su objetivo es seguir creciendo en el país; sin embargo, estos últimos datos son una señal de menos confianza, dijo Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB.
“No hubo levantamiento de capital fresco en las empresas, han preferido pagar más dividendos a sus accionistas en vez de invertir más en sus negocios”, mencionó.
Si bien han reinvertido parte del dinero ganado en ejercicios anteriores con el fin de fortalecer su capital, lo hicieron a menor ritmo en los últimos años, agregó.
Asimismo, Yang Chang, docente de Finanzas de la Universidad de Piura, coincidió en que en el 2021 la confianza de las empresas fue golpeada fuertemente con el ingreso del Gobierno de Pedro Castillo.
“Con el expresidente no había un rumbo definido, no había nada, se acentuó la incertidumbre y la preferencia por invertir cayó a la espera de mejores perspectivas económicas”, manifestó.
La variación anual en el aumento de capital de las compañías fue más pronunciada al término del 2021, cuando dicha cifra fue menor en 41% frente al año previo.
Especialistas señalaron que, en el último año, las empresas asimilaron la poca certeza brindada por el mercado local. Pese al constante ruido político, se observa una mejora en los niveles de capitalización, aunque no representa una recuperación significativa comparada con años previos al 2020.
Según Chang, otros factores como la inflación, las mayores tasas de interés para combatir el incremento de precios, restricciones en China y la guerra entre Rusia y Ucrania explican, en menor medida, esa decisión de una menor reasignación de capital en la firma.
Mejor escenario en el 2023
En tanto, César Romero, jefe de Research de Renta4 SAB, prevé que en el primer semestre del año en curso la situación podría seguir complicada para observar un sesgo positivo en los aumentos de capital.
Aún hay indicios de incertidumbre local económica y social, en el corto y mediano plazo, en los que influye la desaceleración global esperada y el menor precio de commodities, mencionó.
Pero en el segundo semestre las proyecciones podrían ser mejores y, por ende, favorecer la decisión de capitalizar utilidades, siempre y cuando el escenario político y social también muestre avances, añadió.
Por su parte, Arispe indicó que hay muchos factores por monitorear este año, como que el presente gobierno no caiga, pues se generaría más caos, además de brindar confianza sobre una gestión decente y amigable para el mercado.
“Los inversionistas desean más tranquilidad, crecimiento económico basado en inversión privada y consumo, mejor gestión del Estado para redistribuir los impuestos recaudados y fortalecimiento de instituciones claves como el Poder Judicial, Fiscalía y PNP”, expresó.
Los tres riesgos que advierte la BVL para la inversión privada
Los aumentos de capital se explican principalmente por la inversión privada. Por tanto, el primer riesgo que advierte la BVL es una contracción en este indicador explicada por el menor número de oportunidades para concretar proyectos importantes que podrían afrontar las empresas. Un avance requeriría que mejore la confianza empresarial.
A ello se añaden las condiciones financieras más restrictivas, por el incremento del costo de capital, que afectaría la capacidad de inversión de las empresas, mencionó.
En tercer lugar está una contracción en el crecimiento económico global o de los principales socios comerciales, lo que generaría una moderación en el empresariado, agregó la BVL.
- El sector financiero (Bancos, Financieras y Seguros) fue el que anunció los mayores aumentos vía capitalización de utilidades (75%, en promedio, en los últimos siete años).