La clasificadora de riesgo Apoyo & Asociados mantuvo la nota de Banco Falabella Perú (BFP) como entidad en A- y le concedió la perspectiva estable.
Conservó también las clasificaciones para sus depósitos a corto plazo en CP-1 (pe), de sus depósitos mayores a un año en AA-(pe), de su sexto programa de certificados de depósitos negociables (CDN) en CP-1(pe), de su primer programa de bonos subordinados en A+(pe) y de su primera emisión del séptimo programa de CDN en CP-1(pe).
Las clasificaciones del Banco Falabella Perú se fundamentan, principalmente, en el respaldo de Falabella (la Holding); y se puede observar que existe un vínculo relevante de la matriz con sus subsidiarias en Perú, siendo este último significativo dentro de su estrategia de expansión regional, señaló.
“Actualmente, el Grupo chileno Falabella es uno de los retailers más grandes de Latinoamérica”, destacó la clasificadora de riesgo.
En enero y mayo del 2022, Inverfal Perú realizó dos aportes de capital por S/ 60 millones y S/ 25 millones, respectivamente, lo que contribuyó a reforzar la solvencia patrimonial de la entidad bancaria, mencionó. “A diciembre del 2023, el ratio de capital de BFP ascendió a 18.4%”, agregó.
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Banco Falabella financia compras que clientes realizan en sus negocios vinculados
La clasificadora resaltó el modelo de negocios y sinergias que se producen entre la entidad bancaria en mención y las unidades comerciales del Grupo en Perú, las mismas que están altamente integradas.
En tal sentido, el banco financia parte de las compras que los clientes realizan en los negocios vinculados como Saga Falabella, Hipermercados Tottus, Sodimac Perú (que incluye la marca Maestro), Linio y Falabella.com, lo que a su vez, contribuye a fidelizar clientes y al crecimiento de las ventas de estas empresas a sus clientes, agregó.
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El 2023 fue retador para entidades financieras de consumo
A continuación, refirió que el 2023 fue retador para las entidades financieras, en particular para las especializadas en consumo, pues la capacidad de pago de las personas fue afectada por la desaceleración económica, protestas sociales y eventos climatológicos.
Después de la pandemia el banco registró una mejora en sus indicadores de morosidad y cobertura, sin embargo, en el 2023 estos se deterioraron. Los ratios de cartera de alto riesgo (CAR) y cartera pesada (CP) se ubicaron en 8.7% y 14.2% a diciembre 2023, respectivamente (5.1% y 10.2%, en cada caso, a diciembre del 2022), añadió.
Asimismo, la cartera pesada ajustada por los castigos realizados durante el 2023, respecto de las colocaciones totales de crédito, fue de 27% (18.6% a diciembre del 2022), detalló.
Al cierre del periodo en análisis, el porcentaje de la cartera pesada cubierta con provisiones fue de 74.5%, siendo menor al observado un año antes (77%), añadió.
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Banco Falabella no hizo reprogramaciones unilaterales
La clasificadora destacó que, a diferencia de otras entidades financieras de consumo, el BFP no realizó reprogramaciones unilaterales (de deudas) a sus clientes, por lo que los índices del 2020 fueron afectados al mostrar de forma más real el impacto del covid en la mora.
En el 2023 el Banco Falabella Perú registró una reducción en sus colocaciones de créditos a S/ 3,763.7 millones desde S/ 3,935.1 millones en el año previo, debido a los menores desembolsos de productos con mayor riesgo y a la reducción de líneas a clientes más riesgosos, en línea con el bajo desempeño económico y la caída del consumo en el país, refirió.
No obstante, a esa fecha, el banco era el primero en emisión de tarjetas de crédito de consumo del sistema financiero, con alrededor de 1.36 millones de plásticos, precisó.
A pesar de la reducción en el saldo de los créditos, el aumento en las tasas de interés activas (que se cobran por los créditos) promedio permitió que los ingresos financieros se incrementen en 17.6% respecto del 2022; aunque el aumento en mayor medida del costo de fondeo afectó el margen financiero bruto del banco, que disminuyó de 82% en el 2022, a 79.3% en el 2023, indicó Apoyo & Asociados.
Lo anterior, sumado al significativo aumento del gasto en provisiones (S/ 738.6 millones en el 2023) a raíz del mayor riesgo en el sistema, repercutió en los resultados de la entidad bancaria, que reportó una pérdida neta de S/ 45.8 millones, en contraste con la utilidad neta de S/ 17 millones en el 2022, detalló.
De esta forma, el indicador de rentabilidad anualizada promedio (ROAA) se ubicó en -0.9% (0.4% a diciembre del 2022).
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Condiciones que podrían modificar las clasificaciones concedidas
Una acción negativa de clasificación podría derivarse de un eventual deterioro en la economía peruana que afecte la capacidad de pago y/o consumo de sus clientes objetivo, y que repercuta, de modo sostenido, en los indicadores de morosidad, cobertura y/o solvencia del banco, señaló.
Asimismo, nuevos cambios en la clasificación de su matriz chilena podrían repercutir en la clasificación del BFP, advirtió.
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