Una de las tradiciones más populares para recibir el nuevo año es realizar un brindis a medianoche con una bebida espumosa, una copa llena de esperanza en forma de deliciosas burbujas que auguren mejores tiempos.
En el espectro de las bebidas espumosas encontramos al champagne, cava y prosecco, cualquiera de ellas especiales para brindar con nuestros seres queridos.
El clásico y elegante champagne
El primero de ellos, proveniente de la región francesa del mismo nombre, es quizás la opción más conocida y popular para una celebración. “El champagne transmite una experiencia sensorial. Tiene como valor agregado la intensidad de sabor, la persistencia en el paladar y que la efervescencia dura en la boca”, explica Pedro Cuenca, experto sommelier de Wong y director de Peruvino.
Entre las marcas más reconocidas se encuentran Veuve Clicquot Brut o Moët & Chandon Brut. Este último, señala Cuenca, es versátil porque se puede beber solo y apreciar todas sus complejidades.
Por su parte, el sommelier José Bracamonte, autor del blog “El vino de la semana”, recomienda Cristal, elaborado por el reconocido Louis Roederer, con un gran equilibrio de sabores.
Ambos expertos precisan que el champagne puede ser acompañado tanto por comida marina peruana (cebiche, tiradito, choritos a la chalaca, etc.) como con comida Nikkei.
Los “primos” del champagne
Otra de las bebidas que está ganando mayor popularidad en nuestro país es la cava, primo hermano del champagne. Nuria Fernández, sommelier corporativa de Los Ganaderos, recomienda Raventós, una botella con sabores más cremosos y aromas tostados, avellanados y elegantes.
Al igual que la cava, otra bebida hermana del champagne es el prosecco, natural de Italia, que es refrescantes y con sabores cítricos. Entre ellos, unos de los más buscados es el Zonin.
¿Con qué lo acompañamos? Bracamonte recomienda acompañar la cava con un queso manchego, queso parmesano u otros quesos maduros.
Espumantes
Por último, y no menos importante, tenemos los vinos espumosos con una fermentación natural, es decir, que no tienen gas añadido. “El Rosa Salvaje, de Tacama, es fácil de beber y bueno para acompañarlo con platos agridulces, como puré de manzana o camote”, recomienda Cuenca.
Fernández, por su parte, sugiere el Chandon, con sabores frescos, o el Queirolo Vals, una opción no muy dulce y con aroma a fruta blanca madura. “Ahora está de moda acompañarlo con tapas como abrebocas”, señala.