“Una mujer honorable no debe beber vino”, rezaba un código conductual de la época. Para entonces, todo un salto evolutivo social, pues, por lo menos, ya se había erradicado la pena de muerte para cualquier mujer que se hubiese atrevido a beber alcohol.
Hoy podemos agradecer a Barbe-Nicole Ponsardin Clicquot –”la dama del champagne”– por esta maravillosa bebida y por la técnica con la que aún se elabora. Hoy, cada vez que se encuentre en un supermercado y elija una etiqueta LAN para poner en su carrito de compras, está comprando un vino creado por una mujer llamada María Barúa.
También fue una mujer la que llevó a la bodega Marqués de Murrieta a contar con un vino que en el 2020 fue considerado como uno de los mejores del mundo. Ella es María Vargas. También nos suenan los nombres de Laura Catena, Susana Balbo, Sara Perez Ovejero, entre muchas otras enólogas y viticultoras que tienen luz propia.
¿Qué sucede en Perú? Pues ya lo dijimos: se está haciendo vino, cada vez mejor y también hay mujeres brillando en sus roles de enólogas y viticultoras. Pietra Possamai, enóloga de bodegas Murga, es la creadora de hermosos vinos con uvas tradicionalmente pisqueras, en el valle –valga la redundancia– de Pisco. Ha recibido los elogios y altos puntajes del propio Tim Atkin, en su reciente visita a Perú.
Más al sur, la familia Moquillaza Robatty, propietaria de Finca 314, cuya historia familiar data de cinco generaciones fuertemente vinculadas al pisco, también apostó por hacer vino con las uvas que mejor conocen y cultivan con profundo respeto y cariño: las llamadas “pisqueras” o “patrimoniales”.
Todo proceso de creación tiene errores, historias, retos. En este proceso, además, está la energía, el trabajo y la pasión de Carmen Robatty y sus hijas Claudia, Fátima y Gabriela. El resultado de esta fórmula fue lograr en 2021 que su vino “Anclajes”, cosecha de 2019 elaborado de uva Albilla, obtuviese la medalla de oro en el International Awards Virtus en Portugal. Por otro lado, la misma etiqueta obtuvo 92 puntos en la guía Descorchados.
He tenido la suerte de probar más de uno de sus monovarietales “Anclajes” que vienen sorprendiendo a especialistas y sommeliers gratamente. Así como sus destilados y una mistela muy especial llamada Rosa Victoria que también podemos encontrar en el mejor restaurante del mundo, Central. Nada menos. ¡Salud por el buen vino y las mujeres que lo hacen!
CLAVES
Estudiantes. En la última década se ha triplicado la presencia de mujeres en cursos de enología a nivel mundial.
Enólogas. Una cuarta parte de los enólogos en el mundo son mujeres.
Blancos. Se dice que los vinos preferidos por las mujeres son los blancos. Mientras más versátiles, mejor.
DATO
Las mujeres compran alrededor del 70% del vino en el mundo. Ellas son las que eligen qué vinos se consumen en el hogar.