Raúl Baltar, Empresario y profesor de Rock the Bubble, escuela de escritura creativa
Es estimulante pensar que hay una magia por la que los libros encuentran su momento para dejarse leer. Y yo recuerdo que éste lo leí cuando aún vivíamos inmersos en el alucinado escenario de encierro con el que nos envolvió la pandemia.
La lectura de Un caballero en Moscú supuso vivir una paradoja: la sorpresa al descubrir a un nuevo escritor y la sensación de reconocer algo familiar en él. Y aunque soy un ferviente creyente de la magia del destino, estoy convencido de que, en este caso, la maestría de Towles logra inocular la certeza de que la novela te estaba esperando.
A través de un estilo de escritura cuya elegancia nos recuerda a Kazuo Ishiguro, el argumento nos presenta las peripecias del conde Rostov en pleno inicio de la revolución bolchevique. Sin otra dedicación conocida, Rostov se entregaba a los placeres de la lectura y la gastronomía cuando le sorprende la revolución. Towles nos describe a un personaje refinado. Un verdadero caballero cuya erudición, junto a una caprichosa pirueta del destino, termina salvándole. Así, gracias a un poema subversivo escrito años atrás, el comité revolucionario le perdona la vida sentenciándole al arresto permanente en el hotel Metropol. Situado entre el Kremlin y el Bolshoi, el hotel se convierte en la prisión de Rostov siendo un claro exponente del lujo y la decadencia que el nuevo régimen se había propuesto erradicar.
Durante tres décadas, el conde vivirá confinado, mientras que en el exterior se desarrollará uno de los períodos más turbulentos de la historía del país. En esta obligada tesitura, Rostov irá tejiendo normalidad a través de los lazos afectivos con algunos de los personajes del hotel, que será necesario que descubran a lo largo de sus páginas. El argumento del libro nos inunda de contrastes en una trama con escenarios como el restaurante, la barbería o la exigua habitación de Rostov, mientras suenan magníficas orquestas. Encontrarán que no faltará dosis de un delicado humor, reflexiones desafiantes e incluso suspense. Ni Towles, ni el libro, ni Rostov les decepcionarán.
Leer a Towles es instalarse en una armonía que no es fácil de encontrar y tan urgente en nuestras vidas. Me aventuro a asegurar que adorarán a Rostov y que el final de esta fabulosa novela no les dejará indiferentes.
DATO
La influencia de la tradición literaria rusa está presente en la prosa de Towles. La lectura de Solzhenitsym fue definitiva para ubicar en Moscú esta historia.
CLAVES
La novela se mantuvo más de 50 semanas en los más vendidos del New York Times y ha superado el millón de ejemplares.
La vida como financiero llevó a Towles a cientos de hoteles en el mundo. Espacios universales que fueron la semilla de esta historia.
En 2019 comenzó a rodarse una serie protagonizada por Kenneth Branagh. Lo visualizo como un perfecto conde Rostov