El 95% de los aguacates que se consumen hoy en día son de la variedad Hass. (Foto: AFP)
El 95% de los aguacates que se consumen hoy en día son de la variedad Hass. (Foto: AFP)

En la década de 1920, un hombre llamado Rudolph Hass, quién se dedicaba a ser cartero por la oficina postal de Pasadena, a las fueras de California, decidió comprar un terreno de árboles de , también llamado palta en algunos países de , a un empresario que había hecho el aviso en el periódico para vender parte de su cultivo.

De acuerdo a GinaRose Kimball, historiadora del aguacate Hass, Rudie, como lo llamaban sus amigos, decidió cultivar una variedad diferente a lo que ya se había probado. En aquella época había dos variedades muy conocidas de aguacate: El Lyon y La fuerte.

Mi aguacate, mi apellido

Lo habitual en California por entonces era que los dueños de las plantaciones de aguacate le pusieran su apellido a cada nueva variedad del fruto.

Y así ocurría con Lyon; una variedad de tipo guatemalteca -de gran tamaño y cáscara dura- que un hombre de apellido Lyon había plantado en Hollywood a principios del 1900 y que en sus primeros años parecía ser la más prometedora.

Pero, no sucedìa lo mismo con La fuerte, esta variedad de aguacate se llama así por haber sobrevivido a una feroz helada ocurrida en California en 1913. Ese aguacate, por ser de tipo mexicano, se caracteriza por tener una cáscara blanda y lisa, fácil de pelar.

LEA TAMBIÉN: Día de la Tierra: comprar ropa usada puede reducir impacto de contaminación

“Déjalo ahí”

Rudie quería probar una variedad diferente, quizás similar al Lyon. Para lograrlo, tuvo que ir a un invernadero para comprar una bolsa de semillas de aguacate de lo que creía era de tipo guatemalteco.

Cuando Rudie cultivó e hizo crecer esa plantas, los utilizó para injertar, con ayuda de un especialista, brotes tomados de árboles de aguacate Fuerte y Lyon.

Sin embargo, una de las nuevas plantas se negaba a recibir esos injertos. Después de tres intentos, Ruide se cansó y quiso quitar el nuevo árbol de su huerta.

Pero el señor que le estaba ayudando le sugirió que no lo matara, que lo dejara ahí.

LEA TAMBIÉN: Profesionales en videojuegos: oportunidades de crecimiento, más allá del desarrollo de apps

Nace la palta Hass, sí la de color negro

En 1931 esa planta dio sus primeros seis aguacates. Para el año siguiente ya fueron 125.

Tenía una apariencia oscura por fuera, una mezcla de negro con púrpura y piel rugosa; en aquella época aún generaba en las personas como algo desagradable o tal vez podrido. Totalmente diferente a lo que se conocía en California, que era, en su mayoría, La fuerte, esa palta verde, brillante y lisa.

Por el contrario, a los que sí les gustaron fueron a los hijos de Hass. Lo que los llamaba la atención del aguacate era por dentro su cremosidad, su alto contenido oleaginoso, de buena consistencia -no era fibrosa- y con un dejo a nuez. Ahí Rudie vio como una oportunidad comercial.

“Rudolph, además de tener un trabajo de tiempo completo, era un vendedor. Enviaba a los niños a la esquina, en West Road y Hacienda Road, con cajas de madera para vender los aguacates. Vendió donde pudo: a sus amigos, a sus compañeros de trabajo en la oficina de correos”, relata Kimball en BBC Mundo.

Al principio le costaba debido al aspecto, pero poco a poco fue convenciendo a más gente.

LEA TAMBIÉN: Descubren los secretos de los ataúdes de animales momificados en Egipto

El legado de Hass

En 1935 decidió patentar su aguacate como una nueva variedad y le puso su apellido. Aunque en su momento no fue un gran negocio para Hass, luego de su fallecimiento, su aguacate se expandió en el mundo.

Actualmente, la variedad Hass representa hoy el 95% de los aguacates producidos en el mundo, de acuerdo a Peter Shore, vicepresidente de gerenciamiento de producto de Calavo, empresa fundada por los cultivadores de aguacate de California. Y es una industria multimillonaria.

Rudie pensó que su aguacate era de tipo guatemalteco, pero un estudio publicado en 2019 sobre su genoma aseguró que el origen de este fruto es 61% mexicano y 39% guatemalteco.

Lo cierto es que esta variedad tiene las cualidades de ambas: es tolerante al frio pero no tanto como el cultivar mexicano puro. Los genes guatemaltecos le dan una piel gruesa a la fruta pero es delgada como para pelarla de manera sencilla.

LEA TAMBIÉN: El estrés aumenta la edad biológica, pero se normaliza al desaparecer
¡Beneficios ilimitados con tu suscripción a Gestión! Disfruta de hasta 70% de dscto. en más de 300 promociones del Club de Suscriptores, que además podrás usar todas las veces que quieras. Conócelos aquí. ¿Aún no eres suscriptor?, adquiere tu plan aquí.