Redacción Gestión

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La ha abandonado la holgura. Ahora apuesta a que los varones estén dispuestos a lo extremo: los cortes extra-ajustados. Las , que antes podían tener varios centímetros de sobra en la cintura, son hasta 10 centímetros más estrechas en la cintura y el pecho que sus viejas versiones.

El sector de camisas de vestir podría utilizar una nueva tendencia para reactivar las ventas estadounidenses que, según la firma investigadora NPD Group, cayeron en un 3% hasta US$ 2.8 millones desde el 2013 hasta marzo de este año.

Las ventas totales de indumentaria masculina crecieron 0.9% hasta US$ 59.8 millones en ese mismo período, dijo la firma.

Gran reducciónLa gran reducción de tallas comenzó en el 2000 con una campaña de los diseñadores de ropa masculina de lujo Hedi Slimane y Thom Browne, destaca Jorge Valls, director de moda masculina de Nordstrom. Empezaron por el traje y siguieron con la camisa de vestir.

Internet ha contribuido a perpetuar el cambio. "Ahora, al subir online, se ven blogs, personas de todo tipo en fotos, y hay una apariencia más de sastrería y europea", revela. "Cuando los tipos muestran esas imágenes a sus esposas, éstas realmente consideran que ese aspecto sienta mejor".

Uno de los hombres que atribuye a su mujer el haber impulsado un estilo de vestimenta más ajustada es Robert Burns, distribuidor desde hace 33 años de una marca de autos de lujo europea que vive en Montvale, Nueva Jersey. "Me decía: 'En esa camisa caben otros cuatro'", narra. "'Ya no estamos en 1996'. Una vez que me hizo entender la situación, desarrollé mi propio interés en afirmar cómo me presento".

Después de un período de ensayo y error, hace dos años descubrió versiones ajustadas en Banana Republic de Gap Inc., J.Crew Group Inc. y Ledbury. Ahora, gasta fácilmente entre US$100 y US$150 en una camisa, en comparación con sólo US$60 de antes. "Mi gusto cambió, y ahora mis parámetros son indudablemente más altos", sentencia.