Antes de la pandemia, cada domingo de Gaby Yacila sabía a Piura. Un sudado de pescado, una parihuela y, cómo no, un ceviche eran solicitados por los amigos que llegaban a visitarla a casa. Es que sus raíces norteñas hacen que la jefe de Operaciones del área Natural Resources en SGS sea, además de geóloga, una buena cocinera.
“Sé preparar todo en base a pescados y mariscos”, dice Yacila, quien apuesta por la cocina purista. Un ceviche hecho solo de pescado, cebolla, limón, sal y ají; lo más parecido a como lo hacían los pescadores muchos años atrás.
Por eso, acostumbrarse a la sazón limeña ha sido una difícil tarea. Comer los platillos piuranos en un restaurante limeño es una decisión que Yacila piensa dos veces. “Tengo que buscar alguno de dueños o cocineros norteños”, apunta.
EL SALTO LABORAL
Yacila dejó Piura desde joven, cuando como practicante fue a trabajar a una mina en Huancavelica. Así cambió las playas y el sol por campamentos mineros a 5,000 msnm, sistemas de trabajo de 14x7 y cumpleaños lejos de casa. “Afortunadamente la gente con la que trabajas en minas se vuelve tu segunda familia”, señala Yacila, quien después de las guardias fue sorprendida con algún piqueo o una torta.
A cambio creció profesionalmente. Pasó por Volcan, luego Minsur y Aruntani. “Cada mina que he pisado me dio una oportunidad para escalar a geólogo junior, luego estar cargo de un área de calidad y hacerme cargo de un mayor número de personas”, narra la geóloga.
“Demuestro que una mujer puede ascender y tener cargos importantes dentro del rubro, ser inspiración para quienes vienen detrás”.
En aquellos años recorría las minas, tomaba muestras y, con los permisos necesarios, guardaba minerales de yacimientos polimetálicos.
Era como regresar a su niñez, cuando celebraba la visita de un familiar de Cajamarca que trabajaba con maquinaria pesada y llegaba con algunas piedras que captaban su atención.
La geóloga de 34 años alberga parte de su colección en casa y otra en su oficina de SGS, donde trabaja desde hace tres años.
Allí asesora a clientes desde una visión más comercial. Está un poco más alejada de la mina, pero asiste a ella todavía algunos días. Lo que la llena, a cambio, es ver que desde este puesto se vuelve referente para otras mujeres del rubro.
“La mayoría de personal a mi cargo ha sido masculino. Ahora el 50% del equipo de personal de apoyo para toma de muestras es femenino. Esto me hace sentir parte del cambio”, enfatiza Yacila.
Es que ser jefe de operaciones le permite demostrar que es posible que las mujeres tengan puestos gerenciales. Pero apunta que la diversidad como valor no solo debe ser en términos de género, sino de procedencia.
HOBBIES
Yacila es una mujer sencilla. Ve películas en su tiempo libre y aprovecha en pasear con su mascota cuando no hay informes por revisar ni correos que enviar.
“Gold” es ese filme al que recurre constantemente en Netflix. La historia basada en un caso de la vida real, trata de un desafortunado pero entusiasta explorador en busca de riqueza y fama que se alía con un misterioso geólogo para buscar oro en Indonesia.
“La diversidad es un valor que debe estar presente no solo en términos de género, sino de procedencia”.
Por ahora es difícil ver a su familia y esta no está dispuesta a mudarse a Lima, pues no les gusta el ritmo de vida en la capital. Así que las amistades y esos tiempos en familia son de las cosas que más añora Yacila. Por ahora, su pasión por la exploración , el punto de inicio de todo proyecto minero, es el ancla que la mantiene firme.