Hernán Medrano Marín
Degustar un plato de comida, acompañado de una buena atención y un ambiente agradable, es una experiencia que los restaurantes difícilmente pueden llevar fuera de sus salones. Sin embargo, les toca adaptarse y llevar a las casas de sus clientes su mejor esencia.
Ofrecer lo que el cliente espera
José del Castillo, chef y dueño de Isolina, indica que el restaurante barranquino no ha cambiado su oferta, pues mantiene la misma carta y porciones a las que su público está acostumbrado. “La sazón y generosidad que siempre hemos tenido sigue siendo la misma. Sin embargo, el adaptarnos a una nueva manera de servir y despachar ha sido todo un reto para nosotros. Esto es algo totalmente nuevo”, señaló.
Todos los ambientes de Isolina han sido acondicionados y el personal capacitado para incursionar en el delivery. Los pedidos se realizan a través de la plataforma Mesa 24/7 y una línea telefónica habilitada hace una semana. “Por ahora recibimos 10 pedidos al día. Los viernes y sábados llegamos a 40. Nuestra zona de reparto abarca los distritos de Barranco, Miraflores y San Isidro”, detalló.
Entre los platos más requeridos por su clientela se encuentra el seco de asado de tira con arroz y frejoles. También están el menestrón limeño (perfecto para este frío), el estofado de osobuco con puré y el costillar de chancho a la chorrillana.
A pesar de la acogida, Del Castillo espera pronto poder reabrir su restaurante al público aunque sea con un aforo limitado. “Es nuestro deber darle a conocer a la gente que un restaurante es un lugar seguro y que somos conscientes de la responsabilidad que tenemos ahora”, dijo.
Nuevas apuestas
Otra alternativa en la que han incursionado algunos restaurantes es en la de brindar una experiencia propia al consumidor, alejada de la que se vive en los salones. Ese es el caso de Mayo, creado para llevar a domicilio los platos de Central y Kjolle bajo un formato amigable.
“La propuesta de Mayo es más accesible y en un formato más casual. Los precios están muy aterrizados, no estamos por encima del mercado en nada”, precisó Virgilio Martínez, chef de Central Restaurante.
Mayo recibe de 40 a 60 pedidos al día, siendo viernes y sábado los de mayor demanda. Además, no tienen restricción en cuanto a zonas de reparto. “Creemos que es necesario seguir con el delivery, por lo que seguimos en constante aprendizaje”, comentó Martínez. Asimismo, menciona que el pulpo tostado y los calamares marinados son algunos de los platos más solicitados.
Para llevar esta experiencia a su público, Mayo ha tenido que cumplir al pie de la letra el protocolo, desde el ingreso del personal al local, la entrega del producto, las desinfecciones a cada momento, así como el uso de uniformes especiales. “Es algo muy distinto a lo que estábamos acostumbrados. Ha sido costoso también, He visto que algunos restaurantes no han podido acceder al delivery porque entiendo hay hacer una inversión extra en materiales, mascarillas, guantes, etc.”, precisó Martínez.
Asimismo, agregó que si bien el delivery termina siendo una forma de reaccionar al momento, no es algo sostenible. “Creo que es importante que la gente sepa esto, que no es el negocio con el que soñamos, pero que es una respuesta válida que lo que genera es salvar algunos puestos de trabajo”, remarcó el chef peruano.
Por otro lado, Franco Kisic, socio y gerente de Operaciones de IK Restaurante, resaltó la alianza que ha hecho con el grupo El Morocho de Arturo Guardia, lo que ha originado dos marcas para delivery: La Pescadería de La Barra y el Mercato. La primera se encarga de trabajar la carta marina que tenía parte de La Barra de los Bravos junto con algunas elaboraciones de IK Restaurante y productos amazónicos como el paiche. “El estilo que le estamos poniendo es para que el cliente termine la preparación. Tradición chorrillana directa a la casa”, destacó.
Los platos más pedidos son el ceviche mixto, mix de mariscos, langostinos y uñas de cangrejo. Entre los pescados, sobresalen el lenguado, la cabrilla y el pejerrey.
En el caso del pack cevichero, este contiene 200 gramos de la pesca del día, por ejemplo cabrilla ya cortada, leche de tigre en un pomo de vidrio, cancha y el mix cevichero (cebolla, ají limo y culantro). “Sacas el pescado, lo lavas un poco, le echas la sal, la leche de tigre, la cebolla y tienes tu ceviche de la Barra los Bravos en tu casa”, explicó Kisic.
El chef precisó que los viernes y sábados los se desbordan de pedidos, ya que durante esta cuarentena la gente anda en busca de productos marinos de buena calidad y cuya entrega garantize la seguridad del caso. “Somos conscientes del momento que vivimos, la cadena de frío la tenemos controlada, conseguimos los productos frescos, por eso los pedidos son de 24 horas antes. Si el cliente necesita un par de lenguados de dos kilos cada uno pues los pide hoy, los pescamos durante la madrugada y la mañana siguiente los tiene fresquitos y envasados al vacío en la puerta de su casa”, detalló.
Por el lado de Mercato la oferta está orientada a frutas y verduras. “Ambas marcas para delivery son el complemento perfecto”, resaltó Kisic.
Una elección más saludable
Debido a la cuarentena, muchas personas han visto no solo la necesidad de cocinar sus propios platos, sino también han desarrollado el deseo de consumir alimentos cada vez más saludables.
Raúl Santamaría, administrador de Veda, un restaurante cuyo público en su mayoría es vegano, explica que la gente “ya no utiliza productos hechos con preservantes y colorantes en sus comidas, sino algo más natural ya que ahora se preocupa más por su salud”.
En esa línea, Veda ha pasado a ser un pequeño market, ofreciendo mediante delivery productos envasados, precocidos, congelados, salsas, panes, postres, todo libre de gluten, azúcar refinada y cualquier producto animal.
Asimismo, la carta tradicional del restaurante ha tenido que reducirse, ofertando solo los platos estrellas y el menú que era distinto cada día. Todo esta oferta se ha tenido que adecuar a los envases biodegradables. “De jueves a sábado es cuando hay más demanda. Los sábados los pedidos oscilan entre 25 a 35″, aseguró Santamaría .
Por el momento Veda ha decidido manejar su propio personal motorizado que se encargar del delivery a las zonas más cercanas, como San Isidro, San Borja, Surco, Lince, Jesús María y Magdalena. Además, mediante un auto llega hasta ciertos sitios lejanos, como a La Molina y el sur chico (Punta Hermosa).