“Yo decido ir a entrenar. No es una obligación, es lo que me hace feliz”, repite con insistencia Alexia Sotomayor. Cuando se trata de su sueño, a la nadadora de 15 años no le importa mucho dejar de lado los viernes de cine que podría pasar con sus amigos, pues prefiere priorizar sus prácticas.
“Antes no lo comprendía mucho”, cuenta desde el otro lado del teléfono junto a su madre. ¿Qué cosa? “Que debía encontrar un balance. Me costaba manejar la organización y los tiempos porque los estudios son importantes, así como el deporte”, se explica la menor que ha conseguido hasta ahora 70 récords nacionales entre categorías y absolutos.
Ahora ha entendido que “esa disciplina se maneja mental y físicamente”. Así como que los resultados se trabajan también fuera de la piscina, e incluye una correcta rutina de sueño, alimentación y demás factores que afecten su desarrollo deportivo.
Sea invierno o verano, ninguna mañana se escapa a la alarma de Alexia que suena a las 5 a.m. Una hora después y con un vaso de leche o un desayuno muy ligero en el estómago, la adolescente ya está el bajo el agua en el Club Regatas.
El ejercicio inicia antes de las clases de colegio y continúa cuando estas acaban. A ese círculo virtuoso se suman las competencias que, durante la pandemia, se dan sobre todo en Lima. Pero poco a poco se reactivan. “El campeonato sudamericano fue en Argentina, luego tuve uno en Estados Unidos y esta semana viajo a Colombia”, comenta la joven.
Expectativas
Alexia es feliz cuando nada y nada porque tiene un objetivo en mente, porque tiene un punto de llegada al que le motiva alcanzar. Ríe cuando le dicen que es competitiva. E inmediatamente añade: “mi siguiente reto es el jueves. Estaré en el campeonato Panamericano Junior de Cali”.
Un poco más adelante en la lista de objetivos están los Juegos Olímpicos de París. “Busco una medalla”, dice la pequeña que tocó una piscina por primera vez a sus seis meses de edad, en brazos de su mamá.
En ese entonces ni su familia imaginaba que viviría dando brazadas. “Mis padres tuvieron la idea de que aprendiera a nadar por seguridad al estar en una piscina o el mar, pero más adelante se dieron cuenta que me de verdad lo disfrutaba, que siempre quería chapotear”.
A partir de ahí pensaron que valdría la pena entrar en una academia. Su primera competencia fue a sus cinco años, y cada vez con mayor intensidad, a nivel interclubes o regionales.
Sueños
La inspiración está en Regan Smith, la nadadora que en 2019 con 17 años fue campeona del mundo e impuso un récord también.
“La admiro porque es chiquita para el mundo de la natación. Los top nadadores pasan los 20 años pero ella logró un récord mundial a corta edad y yo también lo quiero hacer”, sostiene Alexia, quien aún no decide qué carrera quiere estudiar.
De lo que sí está segura es que ingresará a una universidad del extranjero, porque “en el Perú las universidades no priorizan las oportunidades para los equipos deportivos. Afuera compartes expectativas y sueños con otros deportistas mientras estudias con ellos”, concluye.
EN CORTO
Redes sociales. Alexia Sotomayor es representada por la agencia Inyogo. “Allí me enseñaron a conducirme en medios y redes sociales”, explica la joven que difunde sus logros a través de Instagram. Cuenta también que así se liberan algunas oportunidades para trabajar con marcas. “Me gusta representarlas. Ellos me brindan apoyo y a cambio se vinculan con mis seguidores”.