(AFP) El millonario filántropo dio una dura batalla para concretar su monumental proyecto conservacionista: una red de parques nacionales en la Patagonia chilena que acaba de ver la luz. Y así derribó sospechas de que planeaba instalar un basurero nuclear o fundar un Estado judío.

El gigantesco proyecto se concretó después de oficializarse la donación de más de 407,000 hectáreas de bosques nativos y especies de flora únicas por parte de Kristine McDivitt, viuda de Tompkins, fallecido en diciembre del 2015 tras un accidente en kayak, sin ver materializada su ambición.

"Si todavía había alguna sospecha, con esta gigantesca donación quedaron definitivamente atrás", dijo a la AFP el periodista Andrés Azócar, autor de la biografía "Tompkins, el millonario verde".

Tuvieron que pasar más de dos décadas para que la red de Parques Nacionales de la Patagonia, el sueño original del Tompkins, comenzara a tomar forma, dejando atrás las dudas y sospechas que rodearon al proyecto en sus inicios.

Para la presidenta Michelle Bachelet con la firma del protocolo de acuerdo para la donación de las 407,625 hectáreas se honra "la generosidad y el amor por la naturaleza de Douglas Tompkins".

Los terrenos, la mayor donación privada de tierras de la historia según la familia de Tompkins, corresponden a una franja de naturaleza que incluye reservas en la zona del sur de Chile, desde Hornopirén, en la región de Los Lagos, hasta el Canal de Beagle, en Magallanes.

Se crearán tres nuevos parques nacionales en estas tierras de la extensa Patagonia chilena: Pumalín, Melimoyu y Patagonia. El Estado chileno, por su parte, se comprometió a proteger otras 949,368 hectáreas, para totalizar la preservación de más de 4.5 millones de hectáreas en ocho áreas del país.

Resistir los golpesFundador de la marca de ropa y material deportivo The North Face y de moda Esprit, Tompkins dejó sus negocios para instalarse en 1990 en la Patagonia de Chile, fascinado por los paisajes salvajes y agrestes del extremo sur del continente americano, al que había visitado por primera vez en 1961.

Sus primeros años en Chile los vivió bajo sospecha. Su anuncio de comprar casi 300,000 hectáreas para crear el Parque Pumalín, en la provincia de Palena, generó suspicacias en un país que recién dejaba atrás la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y ni se hablaba de filantropía.

En medio de rumores de que instalaría un basurero nuclear hasta que fundaría un Estado judío en el fin del mundo no le fue fácil a Tompkins demostrar su genuina vocación conservacionista.

Pero "su capacidad de resistir los golpes y su tozudez" lo llevó a resistir los embates, según Andrés Azocar. "Cualquier otro hubiera dado por perdida la batalla. Él lo resistió", agrega el periodista.

La batalla más dura la tuvo durante el gobierno del presidente Eduardo Frei (1994-2000), que logró frenar el avance del Parque Pumalín, con el argumento de querer proteger a los colonos y la integridad territorial de Chile.

El gobierno de Frei acusó a Tompkins de presionar ilícitamente a los colonos para que abandonaran sus tierras, y estudió la posibilidad, incluso, de expulsarlo del país.

En Argentina, Tompkins también libró una "guerra verde" con productores agrícolas que se oponían a su proyecto conservacionista en los Esteros del Iberá, una inmensa red de lagunas de unos 25,000 km2 en el corazón de la provincia de Corrientes, limítrofe con Paraguay y Brasil y segundo humedal del continente detrás del Pantanal brasileño.

En una entrevista con el diario La Nación en el 2013, al ser interrogado por acusaciones de que quería llevarse el agua de Argentina respondió: "Me están acusando de todo tipo de cosas, así que ya estoy blindado sicológicamente. A veces es tragicómico, hay que tener un buen sentido del humor y el cuero de chancho, duro y curtido".