La furia y el miedo, o simplemente la frustración, surgen en el mundo corporativo muchas veces por estar siempre enfocados en obtener un resultado sobresaliente. Es por ello que, según July Urrutia, directora de Happy Management Institute, si queremos establecer objetivos hacia el 2022, debemos diseñar un plan claro que incluya no solo una meta, sino la gestión de la emoción y el impacto que va a generar la misma en el resto del equipo.
Cómo establecer objetivos
Paola Chocano, CEO en Career Partners Perú, cuenta que ella establece sus objetivos a través de la metodología smart. Este es un acrónimo de palabras en inglés que establece ciertas características al ejercicio: Specific (específico), Measurable/Measurement (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante), Time-Oriented (limitados en el tiempo).
Asimismo, César Antúnez de Mayolo, profesor de Pacífico Business School, aconseja ser específico y realista. “Definamos nuestros objetivos concretamente, evitando generalidades”, advierte. Por ejemplo, en lugar de plantearse “mejorar mi trabajo en equipo”, es mejor proponerse “tener reuniones periódicas con el equipo, mejorar el resultado de la encuesta de medición del clima laboral o contratar a un nuevo integrante”.
Además, establezca los primeros pasos del objetivo. Por ejemplo, si nuestro objetivo es “mejorar mi inglés”, el primer paso será definir en qué institución estudiaremos y reservar nuestros horarios.
Metodologías para medir mejora
Si su deseo es mejorar sus competencias, Urrutia le sugiere la matriz FOAR (Oportunidades, Aspiraciones y Resultados), una adaptación de la conocida FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). Ella, bajo un enfoque optimista y objetivo, sirve para una construcción de equipos basados en la confianza, los valores y las virtudes de los miembros que la conforman.
Seguimiento y motivación
Pero solo la constancia hará posible llegar al resultado. Por eso, el feedback constante importa. “Se mantiene la motivación siendo líderes conscientes de que gestionamos emociones y estas van a fluir en el transcurso de los meses según se vayan analizando los avances”, destaca Urrutia.
Antúnez de Mayolo recomienda partir los objetivos en pequeños objetivos parciales, los cuales irá alcanzando a lo largo del año, como parte de los objetivos anuales.
Pero para no olvidarlos, es necesario establecer fechas para revisiones periódicas. “De ser posible, definamos indicadores de actividad, que pueden ser en horas o frecuencias, así como puntajes en un test o libros leídos”, menciona.
Puede también apoyarse en un compañero. “Una buena práctica es darle copia de nuestros objetivos personales a algún colega de confianza o que haga el rol de coach, para que los monitoree”, concluye.
En Corto
A la vista. Paola Chocano sostiene que para ella han sido de utilidad visualizar sus metas todos los días. Esto puede hacerse a través de un ‘vision board’ o recordatorios en la computadora. Concentrarse en actividades que alimenten su propósito es necesario para estar motivado.
Las Claves
Ser realista. Evite objetivos de los que sepamos a priori que serán prácticamente imposibles de cumplir o que dependen de muchos factores exógenos.
Más que la meta. Establezca las primeras acciones para iniciar.
Monitoreo. Solicite a un coach o colega de confianza que supervise el avance de sus logros