Debido a la precisión de los ingredientes y del proceso, el auténtico Parmigiano-Reggiano tiene un precio elevado. (Foto: AMANDA RUGGERI)
Debido a la precisión de los ingredientes y del proceso, el auténtico Parmigiano-Reggiano tiene un precio elevado. (Foto: AMANDA RUGGERI)

Los consumidores de Estados Unidos que aprecian el sabor fuerte del queso parmesano añejo de Italia como un aperitivo o sobre su platillo de pasta favorito, se abastecen antes del aumento de aranceles de la próxima semana y cuando los productores de lácteos de ambos países se ponen en guardia.

El organismo agrícola italiano Coldiretti dijo que las ventas tanto del Parmigiano Reggiano como del Grana Padano, quesos añejos con una calidad granular distintiva que tienen denominación de origen, se han disparado en Estados Unidos casi 220% desde que se anunció el aumento de aranceles hace una semana.

Los nuevos aranceles _ que suben de US$ 2.15 por kilogramo (2.2 libras) a aproximadamente US$ 6 por kilogramo _ entrarán en vigor el 18 de octubre. El queso parmesano es parte de una larga lista de productos de la Unión Europea a los que el gobierno del presidente Donald Trump aplicó aranceles en represalia por los subsidios ilegales de la UE al gigante de la aviación Airbus. Los aranceles fueron aprobados por la Organización Mundial del Comercio

Coldiretti dijo que los consumidores estadounidenses como resultado pagarán más de US$ 45 el kilogramo en lugar de US$ 40 _ lo que se considera que afectará las ventas en Estados Unidos, el segundo mercado de exportación más grande después de Francia.

Nicola Bertinelli, presidente de consorcio de quesos Parmigiano Reggiano, dijo que los aranceles arriesgan la estabilidad económica de 330 pequeños productores lácteos en el área que rodea Parma y las 50,000 personas que trabajan en la cadena de suministro.

La Federación Nacional de Productores Lácteos de Estados Unidos recibió de buena gana los aranceles al queso italiano diciendo que los productores estadounidenses han sido bloqueados inadecuadamente de vender su parmesano de “nombre común” en Europa, lo que contribuye a un déficit comercial lácteo de US$ 1,600 millones con la Unión Europea.

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