El principal obstáculo para integrar las consideraciones ESG es la falta de conocimiento, seguido de la poca voluntad para asumir compromisos de ejecución compleja con resultados poco medibles y de largo plazo. Las empresas pueden optar por seguir mejorando sus iniciativas de RSC, pero el riesgo de que sea percibido como ‘green washing’ es cada vez más alto.
Una autentica agenda ESG exige que el CEO la integre a la estrategia del negocio. Esto implica traer la temática de gobernanza, social y ambiental desde la periferia —donde probablemente está— hacia el corazón, identificando las estrategias ESG específicas y medibles que generen ventaja competitiva y valor económico en este nuevo entorno.
No es que a un CEO no le parezca importante la responsabilidad social o no le preocupe el medio ambiente. El CEO está acostumbrado a enfocar a su organización a la estrategia y el modelo de negocio. A tener claras las palancas que le permiten navegar en entornos inciertos. A tener panorama sobre el impacto económico de sus decisiones. A tener un sistema de incentivos asociado al logro de las metas, principalmente económicas. Todo lo demás, es un ‘nice to have’.
¿Cómo accionar la integración de ESG a la estrategia? La buena noticia es que se puede empezar a trabajar con lo que se tiene. Si la empresa ya está en sostenibilidad, tiene ‘quick wins’ para capitalizar. Otras fuentes de oportunidad para la integración de ESG son las matrices de riesgos, la optimización de la cadena de valor, la estrategia de clima laboral, etc. Evaluar la materialidad será motivo para potenciar algunas y desestimar otras. Establecer métricas que conversen con las proyecciones financieras y con el estándar ESG, es el paso final.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un ‘framework’, y un lenguaje común, que sirven de guía para detectar oportunidades ESG. Por ejemplo, la ODS 5 Equidad de Género es una estrategia ESG potencial, que merece estar presente en la conversación del equipo directivo y la junta. La parte difícil es evaluar cómo se gestionará, cómo se considerará en las proyecciones financieras, cómo se medirá y cómo se incluirá en los incentivos.
Es mejor ser proactivo. Es recomendable seleccionar unas pocas iniciativas ESG que estén alineadas con el propósito y los valores e invitar al equipo directivo y a los colaboradores a conformar equipos de integración y gestión ESG. Es muy probable que existan voluntarios y que surjan ideas que potencien las estrategias ESG con un alto impacto en la rentabilidad.
La cultura ESG es una oportunidad para la empresa privada de acercarse a la sociedad —de la cual es parte— como un ciudadano corporativo que actúa desde una autentica preocupación por el bienestar y el progreso de la sociedad. Porque viene del corazón.
Claves
- Sé proactivo en cuanto a la integración de la temática ESG en la empresa.
- Encuentra ‘quick wins’ en lo que ya se está trabajando en sostenibilidad o guíate por los ODS.
- Invita a tu equipo directivo y a tus colaboradores a participar en la integración y gestión de la agenda ESG.