La integración de herramientas tecnológicas a las labores empresariales es fundamental y, con la llegada de la inteligencia artificial, los trabajadores pueden optimizar sus actividades. Según el estudio “Pulse Survey 2023″, elaborado por PwC, el 84% de los CIOs esperan utilizar GenAI para respaldar un nuevo modelo de negocio; mientras que el 46%, invertirán en este sistema en los próximos 12 a 18 meses.
En esa línea, el informe “Estudio Talento Digital Perú 2023″, detalla que el 37% de empresas peruanas ya utiliza IA en sus procesos de producción, y se espera que continúe en aumento.
Con el uso de la IA, las empresas requieren personal capacitado para resolver cualquier inconveniente que se presente, mayormente en los sectores de TI de las empresas.
“En la era digital, integrar la Inteligencia Artificial dentro de una empresa es crucial para optimizar procesos y mejorar la eficiencia operativa. El crecimiento de su uso, en el Perú, es algo inevitable en este 2024, en las empresas de diferentes rubros. Hay que estar preparados para usarla con sabiduría y para sacarle el mejor provecho a esta inversión, que es cada vez más necesaria”, indicó Mónica Bravo, partner enablement manager de Logitech para Colombia y Perú.
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Inclusión de la inteligencia artificial generativa
En las actividades laborales, se está incluyendo a la inteligencia artificial generativa, es decir, algoritmos que comprenden una gran cantidad de datos y modelos previamente entrenados para generar contenido nuevo, se está acelerando por su poder de transformar a las empresas al brindar grandes ventajas como aumento de la productividad, reducción de costos, nuevos modelos de negocio, mayor velocidad y calidad de las decisiones, entre otras.
Al respecto, Alexander García, socio de Ciberseguridad y Privacidad en PwC, comenta que es importante que haya un equilibrio entre la creación de valor con una gestión adecuada del riesgo durante su implementación.
Por ello, el especialista brinda cuatro recomendaciones para adoptarla:
- Conectar con la estrategia: se debe alinear la nueva tecnología innovadora a su estrategia corporativa y crear una ventaja competitiva. Posteriormente, se debe considerar la implicación moral de los usos de datos de AI y codificarlos en función a los valores de la organización, anticipar y comprender las políticas públicas clave, así como las tendencias regulatorias.
- Implementar controles: se debe construir marcos de riesgos, seguridad y cumplimiento que generen confianza en el mercado, sus clientes, los reguladores y los inversionistas. En este punto se debe ampliar las prácticas de detección y mitigación de riesgos para abordarlos a tiempo.
- Determinar prácticas responsables: habilitar un modelo transparente para la toma de decisiones es clave, así como mejorar la ciberseguridad de los sistemas, definir y medir la equidad frente a los estándares, diseñar y probar sistemas para prevenir daños físicos.
- Calidad a través de prácticas básicas: se debe invertir para la comprensión de los límites del uso de la tecnología. Además, se debe evaluar el rendimiento del modelo y continuar mejorando en el diseño y desarrollo para potenciar las métricas, así como implementar un monitoreo continuo para identificar brechas y riesgos.
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La tecnología en la medicina
Sin embargo, la inteligencia artificial o las herramientas tecnológicas no siempre serán suficientes, si no existe un valor humano. En el ámbito de la medicina, existe una disputa entre lo exitoso o contraproducente que puede ser su incorporación.
“La implementación de tecnología, especialmente la Inteligencia Artificial (IA) y otros sistemas digitales, ha transformado la forma en que se brinda atención médica en todo el mundo, ya que con el aporte de la IA es posible optimizar los proceso de atención a pacientes, pues permite identificar los tiempos de mayor espera, la cantidad de tickets, las edades de los pacientes, etc”, menciona Xania Pantoja De Prada, gerente comercial y co-founder en ZeroQ
Ante ello, surgen algunos cuestionamientos como: ¿podría la tecnología disminuir la calidad del cuidado centrado en el paciente?, ¿existen riesgos de errores o malentendidos en la interpretación de los resultados generados por estos sistemas?, ¿los sistemas tecnológicos protegen adecuadamente la información confidencial?, ¿existe una supervisión suficiente para garantizar la integridad y la seguridad de los datos médicos?
“Siempre surgen dudas sobre la protección de datos e información, tanto a nivel normativo, como en aspectos de gestión y técnicos, pero es posible garantizar que toda la información manejada dentro de la empresa esté protegida con los más altos estándares de seguridad. En este sentido, nuevos sistemas, nos llevan a implementar en los planes de acción la certificación ISO 27001, como marco de referencia y ayuda a mejorar las prácticas en seguridad de la información”, explica.
En conclusión, es fundamental encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la calidad humana en la atención médica. La tecnología puede ser una poderosa aliada, pero su implementación debe realizarse con precaución y con un enfoque centrado en el paciente, ya que el fin es brindar un servicio integral y de calidad a quienes lo necesitan.