El avance de la tecnología parece no tener límites. En Arequipa, un proyecto de innovación ha logrado fabricar ladrillos en base a los relaves dejados por la minería de oro artesanal, lo cual no solo representa un potencial campo de acción para la industria ladrillera, sino que ayudará en la lucha contra la contaminación ambiental.

Ya se ha construido una planta piloto donde se desarrolla este proceso de transformación, a cargo de la compañía Centro de Estudios y Entrenamiento de Procesos Metalúrgicos Minera Porvenir (Cepromet).

A través de diversas etapas, los componentes del relave (producto de la recuperación del oro por cianurización) son separados y mezclados con aditivos. El producto resultante es horneado y secado.

Todo el proceso de transformación toma cerca de una semana para lograr tener el ladrillo en nuestras manos, el cual podrá ser usado en todo tipo de construcciones.

¿Hay riesgo de que el ladrillo resultante esté contaminado? Preguntamos a Juan Miguel Zegarra, gerente de Cepromet. "Para nada, el proceso que se sigue en la planta piloto también se encarga de la descontaminación. El resultado ha sido óptimo", responde el ingeniero metalúrgico (abajo: vista de la planta piloto desarrollada por Cepromet).

Para financiar el desarrollo de este proyecto resultó fundamental el apoyo de Innóvate Perú, pues de los S/ 203,955 que se requería de presupuesto, el 74% fue cubierto por este programa estatal (alrededor de S/ 150,000). El 21% fue aportado por la propia compañía y el 5% restante por la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, con quienes se estableció una alianza estratégica para implementar esta tecnología.

Cepromet obtuvo el financiamiento de Innóvate Perú en el 2012 (programa denominado FINCyT hasta el 2014). Zegarra recuerda que les tomó dos años cumplir con las actividades previstas del proyecto: primero realizar una pasantía en la Universidad de Idaho (EE.UU.) para adquirir más conocimientos sobre la fabricación de ladrillos, luego diseñar y construir la planta piloto.

Palanca de impulso

Innóvate Perú destina entre S/ 100 a S/ 120 millones anuales en fondos concursables para financiar proyectos de innovación, refiere su Director Ejecutivo, Alejandro Afuso.

El monto de financiamiento (no reembolsable) para cada proyecto varía de acuerdo al concurso y puede alcanzar los US$ 150,000. Pueden postular empresas nuevas o que ya se encuentren operando en el mercado.

Afuso explica que los proyectos de innovación presentados por las empresas en actividad pueden referirse a la implementación de un nuevo producto o servicio, pero también se pueden enfocar en el mejoramiento de los procesos internos de la compañía.

En el caso de los concursos destinados a financiar a empresas recién constituidas, puede encontrar más información haciendo click en el siguiente enlace:

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En sus diez años de existencia, el programa Innóvate Perú ha brindado financiamiento al desarrollo de casi 2,500 proyectos de innovación, emprendimiento, investigación y capacitaciones.

"Estudios internacionales refieren que toda empresa que innova tiene garantizado un incremento de 10% en sus utilidades", subraya Afuso.

Doble ayuda

Una vez que la innovación ha sido desarrollada en su fase piloto, Innóvate Perú ofrece otra línea de fondos concursables denominada "Validación y empaquetamiento".

Aquí el objetivo es que el proyecto cuente con todas las herramientas necesarias para que el producto o servicio tenga éxito cuando empiece a comercializarse. Para ello, se financian pruebas de validación del producto, certificaciones y estudios de mercado.

Justamente Cepromet ha postulado a este segundo fondo en junio pasado y espera tener una respuesta a fin de mes. De ser positiva, accedería a un financiamiento de S/ 360,000.

"Este fondo nos permitiría mejorar el producto. Todo el proceso de validación y empaquetamiento nos tomaría unos 18 meses, tras lo cual ya podríamos entrar a la etapa de comercialización", estima Juan Miguel Zegarra (en la imagen de abajo lo vemos junto a la planta piloto).

"Nuestra meta es que en el futuro todos los relaves de la minería artesanal de oro puedan ser procesados para transformarse en ladrillos", remarca el gerente de Cepromet.

No reembolsable

La cultura de innovación aún es bastante débil en nuestro país, sostiene Alejandro Afuso, de Innóvate Perú.

"El problema de la innovación es que conlleva mucho riesgo y el empresario no quiere asumir riesgos. Por eso existen estos fondos, para tratar de que con recursos del Estado se puedan asumir esos riesgos compartidos con la empresa", refiere.

Coincide con este análisis Carolina Moreni, Coordinadora del Centro de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Señala que si bien algunas empresas invierten innovación, ello aún no es algo masivo en el Perú.

"Por ello son destacables iniciativas como Innóvate Perú. El Estado está abriendo los primeros caminos con fondos en diferentes momentos de la innovación; desde becas en capacitación, incubadoras de emprendimientos, pasantías tecnológicas e inversión en proyectos", resalta Moreni.

¿Por qué los fondos son no reembolsables? Afuso refiere que en el país aún no está desarrollado un adecuado "ecosistema" que impulse la innovación y el emprendimiento.

"Lo que estamos haciendo es fortalecer ese ecosistema e inculcar en las empresas la cultura de innovación. Una vez que se logre ello, recién podríamos pensar en trabajar con fondos reembolsables. Pero este es un proceso que toma bastante tiempo", admite Afuso.

No obstante, el funcionario subraya que el panorama ha ido mejorando en la última década.

"Recuerdo que en el 2007 teníamos líneas de financiamiento donde no se presentaba nadie. Hoy postulan alrededor de 300 proyectos en cada concurso y cerca del 25% de los solicitantes logran obtener el financiamiento", destaca.

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Reto pendiente

Flavio Ausejo, catedrático de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, refiere que si bien resulta destacable incentivar la innovación a través de fondos públicos, este esfuerzo corre el riesgo de quedar "aislado" si es que el Estado no trabaja un estudio integral donde se definan los campos específicos donde se debe impulsar el desarrollo de la innovación.

"Hace falta tener definido sobre qué cosa quieres hacer innovación. Formalmente el Estado no ha hecho un estudio de esas características, por lo que no hay políticas transversales que fomenten la innovación", sostiene el economista.

Alejandro Afuso, de Innóvate Perú, está de acuerdo en que resultaría importante priorizar líneas de investigación para fomentar la innovación (por ahora la mayoría de los concursos son de temática libre).

"Por ejemplo, en Chile se pagaron estudios para identificar veinte líneas de innovación. Y empezaron priorizando ocho, que han sido las que impulsaron la productividad de ese país. Una de esas líneas fue la exportación del salmón", indica el funcionario.

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Ausejo y Afuso refieren que el Ministerio de la Producción y Concytec son las entidades encargadas de establecer –luego de realizar los estudios respectivos- las líneas de innovación donde el Perú puede obtener ventajas competitivas.

"Sí hay la voluntad de realizar estos estudios; se está trabajando en eso y ojalá pronto conozcamos los resultados para que Innóvate Perú pueda tener una orientación al respecto", señala Afuso.

Por su parte Carolina Moreni, de la CCL, estima que las potencialidades de innovación pueden estar en los sectores pesca y agro.

"Perú es muy fuerte en generación de recursos naturales. Si aplicamos tecnología y conocimiento, puede haber allí un impacto muy positivo", apunta.