(Bloomberg).- Mini está planificando un futuro en el que ser dueño de vehículos tradicionales será opcional y su línea de modelos constará de autos robóticos autónomos.
El modelo experimental eléctrico Mini Vision Next 100 recoge a sus pasajeros de forma autónoma, cambia de color según las preferencias de cada conductor y estaciona y se recarga sin intervención humana, dijo el fabricante en una presentación este jueves en Londres.
Fue una oportunidad de echar un vistazo al examen de conciencia de su sociedad controlante, BMW AG, acerca del mercado de vehículos urbanos de las próximas décadas, lo que mostró que la empresa cree que no será necesario manejar y que todos los vehículos tendrán que contar con adaptabilidad integrada para ser propiedad compartida.
"En un futuro no muy lejano, probablemente la mayoría de los autos se manejen completamente solos. La gente se desplazará en robots sobre ruedas", dijo BMW en un comunicado. "¿Cómo justificaremos la existencia de los vehículos de BMW, una marca para la cual el individuo y el puro placer de manejar son el centro de todo?".
BMW enfrenta desafíos ahora y para el futuro. Este año, la marca homónima probablemente pierda su trono de mayor vendedora de autos de lujo con Mercedes-Benz por primera vez desde 2005. Además, después de basar su identidad en la euforia lujosa a velocidad de Autobahn, BMW podría toparse con más dificultades que sus rivales para hacer que su marca siga siendo deseable a medida que se automatizan los coches y cambian las actitudes de los consumidores respecto a poseer un vehículo.
La respuesta de BMW viene siendo darles a elegir a los conductores entre usar la última tecnología de conducción automática y sentarse al volante para tener más emoción. La empresa presentó al Mini junto a un modelo experimental de Rolls Royce este jueves tras hacer lo mismo para su marca BMW en marzo. En mayo, su máximo responsable, Harald Krüger, dijo que la empresa presentará su primer modelo eléctrico insignia con funciones autónomas en 2021.
El Siri de Rolls-Royce.El modelo experimental autónomo estilo cupé de Rolls Royce es un intento de fusionar la conducción autónoma y la tecnología conectada en una marca de ultralujo famosa por toques como bordados hechos a mano y una mesa de picnic desplegable en el asiento trasero hecha de 500 piezas de madera.
El vehículo de casi seis metros de largo viene con una asistente electrónica inteligente llamada Eleanor —la respuesta de Rolls-Royce a Siri, de Apple Inc.—, cuyo nombre homenajea a la modelo que inspiró la decoración del capó del coche. Un techo que se abre con la puerta trasera permite que los pasajeros se pongan de pie para salir del vehículo.
Los rivales de BMW vienen ofreciendo una visión similar sobre lo que harán los autos en el 2030. En enero del año pasado, Mercedes presentó el F 015, un "salón de lujo rodante" con asientos que pueden girar sobre sus ejes para permitir que los pasajeros charlen cara a cara.
La tecnología está abriendo "nuevas posibilidades fantásticas", dijo Adrian van Hooydonk, director de diseño de BMW, en el comunicado que describe un futuro en el cual "la interacción entre humanos, máquinas y los alrededores se vuelve perfecta".