Por Alex Webb
El interés de Amazon.com Inc. en adquirir un pionero en automóviles autónomos es el mejor ejemplo de como se han recalibrado las expectativas para los vehículos sin conductor.
El gigante del comercio electrónico está en conversaciones avanzadas para comprar Zoox Inc. por menos de los US$ 3,200 millones en que fue valorada en el 2018, informó el martes el Wall Street Journal. Dado el enfoque de la startup con sede en California hacia los automóviles autónomos, su destino es particularmente instructivo.
En un campo muy lleno, Zoox era prácticamente la única con el objetivo de construir un tipo completamente nuevo de vehículos eléctricos y de operar la flota en sí. Pares como Waymo de Alphabet Inc., Cruise de General Motors Co., Argo AI, empresa conjunta de Ford Motor Co. y Volkswagen, y Aurora Innovations Inc. se han centrado exclusivamente en el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma que posteriormente podría ser instalada en vehículos.
Zoox quería ser Tesla Inc., Waymo y Uber Technologies Inc. todo en uno.
En el 2015, eso parecía una propuesta atractiva. Si la triple amenaza para la industria automotriz era la tecnología autónoma, las transmisiones eléctricas y el servicio de vehículos, ¿por qué no adoptar las tres? Después de todo, había expectativas de que para 2020 los taxis robot nos transportaran por las metrópolis del mundo. El capital fluyó hacia startups de conducción autónoma, ejemplificado por los US$ 1,000 millones que pagó GM por la adquisición de Cruise en el 2016.
Esos sueños, no hace falta decirlo, no han logrado materializarse. Las compañías que habían intentado saltar directamente al cuarto de los cinco niveles de autonomía han bajado la marcha silenciosamente. (El primer nivel de conducción autónoma abarca funciones de asistencia al conductor, como el control de crucero, y el quinto es la automatización total).
Bloomberg New Energy Finance no espera que los vehículos con automatización de nivel cuatro comiencen a ganar tracción hasta el 2034. Incluso entonces, probablemente representarán solo 831,000 del mercado mundial de automóviles de 95 millones de unidades ese año.
Además, el gasto de desarrollar, construir y operar una flota de automóviles autónomos sería considerable. Incluso las acaudaladas Alphabet y GM han buscado inversión externa para sus esfuerzos. Mientras tanto, los fabricantes de automóviles establecidos están centrando su capital en los automóviles eléctricos, una amenaza más inminente. Y poseer y operar una flota también es costoso. Zoox tuvo una venta difícil a los inversionistas: en 15 años, podría haber sido un negocio atractivo.
Lo que nos lleva a Amazon. Incluso si los taxis robot no llegan pronto, hay aplicaciones alternativas para la tecnología autónoma que caen directamente en el centro del negocio de la firma con sede en Seattle, es decir, la logística.
Dado que los costos de envío de Amazon llegarán a US$ 90,000 millones al año, la tecnología de Zoox podría ayudar a ahorrar US$ 20,000 millones en costos envío, según analistas de Morgan Stanley. Sus soluciones podrían usarse en el almacenamiento y la distribución.
La compra de Zoox podría llevar a un nivel completamente nuevo a las otras iniciativas de Amazon en este campo: una inversión existente en Aurora y experimentos con el especialista en camiones autónomos Embark y las furgonetas eléctricas Rivian.
Amazon se ha convertido en el comprador de fantasía para una gran número de compañías que buscan un aterrizaje suave: cadenas de teatro, minoristas con tienda física, repartidores de alimentos, operadores de telefonía móvil, corredores de bienes raíces, proveedores dentales, estudios de cine y muchos más.
A veces, solo a veces, esos acuerdos tienen sentido. Zoox es uno de ellos.