El cuarto evento anual Prime Day de Amazon.com Inc. atrajo compradores del mundo entero, lo que destaca la evolución del evento, que ha pasado de venta de saldos de productos poco conocidos a 36 horas de descuentos sobre grandes marcas como maletas Samsonite, palos de golf Callaway y cereales General Mills.
Es un marcado contraste con el primer Prime Day, realizado en 2015, cuando los clientes se quejaron en los medios sociales diciendo que se trataba de ofertas decepcionantes que hacían pensar en una venta para hacer limpieza de un depósito.
Los productos de este año ilustran la fortaleza del gigante del comercio electrónico a la hora de proporcionar acceso a sus abonados leales de Prime, que pagan una suscripción a cambio de descuentos en envíos, streaming de vídeo y otros beneficios.
Muchas marcas decidieron que es más inteligente ofrecer fuertes descuentos y pagarle a Amazon por publicidad para obtener ventas en el sitio en lugar de quedar al margen de un evento que se estima que genera un gasto de US$ 3,400 millones.
Procter & Gamble ofreció un 25% de descuento en los productos de lavado Tide. Callaway Golf Co. ofreció palos de golf y accesorios con un descuento de 50% y Under Armour Inc. efectuó descuentos de alrededor de 40% en indumentaria y calzado deportivo, según datos de Boomerang Commerce, que ayuda a las marcas a fijar precios y precios de publicidad en la tienda online.
“Esa relación simbiótica entre Amazon y grandes marcas legitima el Prime Day, así como la determinación de esas marcas de apostar al comercio electrónico”, dijo Guru Hariharan, máximo responsable de Boomerang.
Amazon no da a conocer cifras de ventas del Prime Day. El gasto aumentó 89% respecto del evento del año pasado en las primeras 12 horas del de este año, según estimaciones de Feedvisor, que vende software de precios que utilizan los comerciantes de Amazon.
El incremento de las ventas se produjo a pesar de problemas técnicos que afectaron las primeras horas del evento. Muchos compradores se mostraron decepcionados al no poder agregar productos a sus carros o cuando sus intentos de buscar productos derivaban en una página de error que mostraba fotos de perros.
Amazon admitió los problemas, pero aún no ha explicado cuál fue la causa. Una posibilidad es que el sitio web haya sido víctima de un ataque de robots destinado a acumular transacciones para que los compradores pudieran luego hacer ventas en otro lado o a trabar la venta de inventario para proteger los precios de un producto en otros sitios, dijo Ben Zilberman, gerente de marketing de Radware, una compañía de ciberseguridad con sede en Israel.
Los ataques de robots son comunes en los sitios minoristas durante grandes promociones, y Amazon presentó muchos “captchas” utilizados para distinguir personas de robots durante la venta, un indicio de que se estaba protegiendo del tráfico de robots, dijo.
“Cuando el tráfico alcanza volúmenes tan altos se hace difícil contar con seguridad que distinga entre un cliente y un robot”, dijo Zilberman. “Mucho del tráfico de los sitios minoristas es de robots, a veces el 75%”.
El elevado tráfico es bueno para el negocio publicitario en rápido crecimiento de Amazon, una rentable fuente de ingresos que compensa un negocio de comercio electrónico de bajos márgenes con elevados costos de entrega.
Marcas y comerciantes compran publicidad para fortalecer su presencia en el sitio, lo que contribuye a que Amazon, que tiene sede en Seattle, gane más dinero en la popular plataforma. Amazon es el cuarto sitio en popularidad en los Estados Unidos después de Google, Facebook y el servicio de vídeo YouTube, de Google.