Además de analizar variables financieras, las inversiones responsables evalúan estándares ambientales, sociales y gobierno corporativo.
Además de analizar variables financieras, las inversiones responsables evalúan estándares ambientales, sociales y gobierno corporativo.

Los mercados de capitales han evolucionado a lo largo de los años. Uno de sus mayores cambios, según varios especialistas, empezó luego de la crisis financiera de 2008. Se trata de la relevancia de las inversiones responsables o de criterios ASG. Según los Principios para la Inversión Responsable (PRI), la red de estas inversiones más importante del mundo, estas sumaron a US$ 103,4 billones a marzo de 2020.

Lo que hace tan atractivo y diferente a este tipo inversiones es que, además de analizar variables financieras, exigen que los activos que van a ser adquiridos cumplan con estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). De esta manera, se invierte en empresas que contemplan fondos de energías renovables, reducción de su huella de carbono, equidad de género, transparencia, entre otras que generan un impacto ambiental y social positivo.

En el Perú, este tema es liderado por los principales inversionistas institucionales, uno de ellos es Prima AFP. “El crecimiento ha sido bien importante, especialmente en los últimos dos años. No hay reunión con inversionistas en la que no se toquen y discutan los estándares ASG”, indica Daniela Door, gerente de Alternativos y Análisis de . Además, señala que, incluso en la pandemia, el comportamiento de estas inversiones está siendo muy positivo.

Rentabilidad responsable

La rentabilidad de estas inversiones es diferente a la de las tradicionales. Sin embargo, contrario a lo que se puede creer, son más robustas y cuidan el retorno de los afiliados gracias a sus componentes responsables y éticos. “Al integrar las variables ASG también se ayuda a reducir el riesgo en el portafolio de inversión, ya que se tiene más información sobre potenciales problemas ambientales, sociales y de gobierno corporativo”, explica Door.

Si bien en el corto plazo estas inversiones permiten medir mejor los riesgos, explica Door, su virtud en el largo plazo es que logran mayores retornos. De acuerdo con una estimación de la gestora Candriam, en el 64% de los casos es más rentable invertir en esta clase de activos que en otros que no cumplan con los estándares ASG. La tendencia, según Door, es que los retornos sigan creciendo en los siguientes años.

Crecimiento local

En América Latina existen importantes avances. Varias bolsas de valores de la región –entre ellas la de Perú– ya están adheridas a la Plataforma de Bolsas Sostenibles de la ONU para promover la adopción de prácticas vinculadas con estándares ASG. Asimismo, el año pasado, Chile emitió los primeros bonos verdes soberanos de la región por un valor de US$ 1,400 millones, los cuales tuvieron una buena acogida entre los mercados.

Actualmente, cerca del 35% de los activos en los que ha invertido cumplen con estos estándares ASG y la ejecutiva espera que esta cifra llegue a 60% para 2021. Un incremento que impactará en el desarrollo de empresas sostenibles y una economía responsable para el país.

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