El alquiler de infraestructura modular es una opción cada vez más demandada por las empresas, cuyos proyectos empiezan a retomarse este año con la reactivación económica. La rapidez y la versatilidad con la que se puede construir cualquier tipo de proyecto, desde un centro médico hasta un campamento minero completo, ha convertido al arrendamiento de espacios temporales en una tendencia en el mercado.

Para atender esta demanda creciente, la empresa Promet Perú planea cuadruplicar su flota de módulos destinada para alquiler, este año. Así, esta compañía, con más de 30 años de experiencia y líder en el rubro de la construcción de infraestructura modular, apunta ahora a encabezar también el sector de alquiler de infraestructura.

“Nosotros no solo arrendamos módulos, nos convertimos en el socio estratégico de nuestros clientes, con un producto de calidad garantizada gracias a la integración vertical con las otras empresas del grupo Cintac, al que pertenecemos. A eso le sumas la experiencia de nuestro equipo de trabajo y da como resultado un producto 100% peruano, versátil y dinámico, con la mayor calidad del mercado”, destaca Mauricio Chumpitasi, gerente de la Unidad Rental de Promet Perú.

La recuperación productiva de sectores como la minería (14,4%) y la construcción (17,4%), de acuerdo con el reporte de inflación del Banco Central de Reserva (BCR), respalda el crecimiento proyectado de la demanda de Promet Perú, que tiene justamente en ambos rubros a sus principales clientes. Además, Chumpitasi explica que la empresa buscará expandir su presencia a otros sectores como el agroindustrial, la salud y el retail.

VARIEDAD DE PRODUCTOS RENTAL

Promet ofrece una gran variedad de productos de alta calidad y 100% peruanos: desde oficinas, comedores, campamentos y baños hasta centros médicos o gimnasios; es decir, cualquier tipo de espacios que las empresas necesiten.

“Llegamos a cualquier parte del país con nuestros módulos y con la solución de carpas. Nuestros productos se adaptan, gracias a su material termoacústico, a diferentes entornos: desde un ambiente costero con 30 grados de temperatura, hasta uno ubicado en regiones altoandinas, a 4.500 metros de altura, con frío extremo”, resalta Chumpitasi.

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