¿Y que le dirías a alguien que le cuesta lograr el equilibrio entre vida personal y vida profesional? Primero lo primero. Sí, le diría eso. Primero lo primero.
Un querido jefe que tuve, Jordi Donayre, nos lo decía todo el tiempo. Primero lo primero. Era su manera simple de hacernos notar que lo verdaderamente importante era mantener lo importante en su lugar. Y no cambiar las prioridades.
Nos han enseñado que hay que distinguir entre lo urgente y lo importante. Y atender primero lo urgente y después lo importante. La familia y la vida personal siempre termina siendo lo importante y lo que se posterga. Lo malo es que cuando la familia o nuestra vida personal se convierte en urgente ya es muy tarde. Por eso, primero lo Primero.
Estamos en la semana de Navidad. En días como estos es cuando más se nota si tenemos el adecuado equilibrio entre vida personal y vida profesional. Son días donde sentimos que nos falta tiempo. Tiempo para el trabajo. Tiempo para saludar a los amigos y amigas, a los tíos, tías, primas, primos. Tiempo para compartir con nuestra familia más cercana o con nuestra pareja. Pregúntate con qué prioridad estás asignando tu tiempo para ver si cumples la regla de Primero lo Primero.
Es probable que si tu no cumples esa regla, las personas que trabajan contigo tampoco la estén cumpliendo. El desequilibrio entre lo laboral y lo personal es como una mancha de aceite…, se expande. Porque nos miramos mutuamente y nos replicamos. Cuida que todos a tu alrededor también cumplan Primero lo Primero.