¿Y qué le dirías a alguien que asume un nuevo puesto? Un cargo es una carga. Sí. Le diría eso. Un cargo es una carga.
Es que todo nuevo puesto trae nuevas responsabilidades. No te libera de esfuerzo, por el contrario, te demanda más dedicación.
La carrera profesional se parece a un malabarista de esos que mueven con las manos varios platillos soportados en palitos evitando que caigan. El acto empieza con un palito y un platillo. Y lo haces girar guardando el equilibrio. Entonces alguien te da otro palito y otro platillo. Y con la otra mano…, lo haces girar, cuidando que no caiga. Ya tienes dos platillos girando. Y sonríes con satisfacción. Y te aplauden. Entonces, te alcanzan otro palito y otro platillo. Y lo pones a girar. Ya giran tres platillos y tu guardas el equilibrio. Sonríes otra vez. Te aplauden nuevamente. Y viene el cuarto platillo, y el quinto, y el sexto…, y así sucesivamente hasta dónde tu quieras que llegue el acto. Pero nunca pueden caer.
Imagina que cada platillo es una nueva responsabilidad que asumes. Nuevo conocimiento que tienes que adquirir. Nuevas habilidades que tienes que desarrollar. Nuevas personas que tienes que liderar. Manteniendo el equilibrio.
Hay tres momentos en todo nuevo cargo. El primero es cuando recién llegas. Y en ese momento el puesto puede más que tu. Es empezar a hacer girar el platillo. Hasta que lo controlas. Y llegas al segundo momento, cuando tu y el puesto ya empatan. Se miran de igual a igual. Haces girar el platillo con suficiente habilidad. Y llegas al tercer momento, cuando tu ya le ganas al puesto. Lo tienes dominado. El platillo gira casi solo. Estás listo para recibir un nuevo platillo. Es decir, preparado para crecer.
¿Qué pasaría si recibes un nuevo platillo antes de tiempo?. Hay un alto riesgo de que se caigan todos. Y tu carrera profesional se desmorona.
Por eso debes elegir bien el momento para dar el siguiente paso. Un cargo es una carga además porque muchas personas dependen de tu habilidad al hacer girar los platillos. Y conforme más has crecido en tu carrera, más personas y familias dependen de tus aciertos para liderar con éxito. Pero también tu dependes más de quienes te acompañan en el acto girando platillos junto contigo. Tu equipo. Tus socios con los que la carga se hace más liviana. De ahí la importancia de elegir bien al equipo.
Desarrollando habilidades. Eligiendo bien el momento de crecer. Y rodeándote del mejor equipo del mundo mundial, la carga se hace llevadera. Porque siempre, un cargo es una carga.