¿Y que le dirías a alguien que está triste porque no se cumplen sus planes? Ser alegre es una elección. Sí, le diría eso. Ser alegre es una elección.
John Lennon decía “la vida es lo que sucede mientras hacemos planes”. Y es verdad. La probabilidad de que nuestros planes personales se cumplan con éxito es muy baja. Es así porque no controlamos todos los factores. Es más, lo cierto es que controlamos muy pocos. En realidad, controlamos un solo factor: nuestra decisión frente a cada circunstancia.
Los emprendedores hablan de “pivotar”. Los académicos dicen “adaptarse”. Mi abuelo decía “hay que ser flexible”, pero en el fondo todo es el mismo mensaje. Pivotar no es otra cosa que dejar atrás la idea que concebiste originalmente en tu modelo de negocio y definir otras ideas para mantenerse en el objetivo final: la rentabilidad. Adaptarse es la capacidad que tenemos para responder a lo que el entorno nos pone por delante.
La idea de flexible me gusta más. Lo entiendo como esa habilidad para poder doblarse sin quebrarse, es decir, poder amoldarse sin cambiar la esencia. Esa capacidad para resistir, virar, sonreír, volver a resistir y a virar, y así seguir con el único plan en el que no hay que ceder: el de ser alegre.
Los planes suelen ser lo que yo quiero de la vida, sin embargo, la vida sucede mientras hacemos planes. Por eso es mejor mirar lo que la vida quiere de mí. Poner qué quiere la vida de mi por delante de lo que yo quiero de la vida, eso es lo que los académicos llaman “tener un propósito”.
Tener un propósito es tener un eje principal que te permite pivotar, adaptarte o ser flexible, sin salirte del objetivo final. Saber que estás siguiendo tu propósito te permite ser alegre.
Hazte una pregunta: ¿qué haz hecho en los últimos 5 años que haya ayudado un poquito a la sociedad?, ¿qué puedes contar sobre ti con orgullo por el impacto alcanzado? Y ahora hazte otra pregunta, ¿qué quiero contar sobre mi dentro de 5 años? Esa es la mejor forma de definir tu propósito.
Cuando defines tu propósito ya sabes lo que la vida quiere de ti por los próximos años. Entonces puedes moverte con flexibilidad ajustando tus planes al propósito. No importa el plan. Importa el propósito.
Tus planes van a fallar muchas veces. Pero volver atrás y mirar que sigue en la ruta de tu propósito te da la energía para seguir siendo alegre.
Por eso, ser alegre es una elección.