¿Y que le dirías a alguien que está teniendo muchas dificultades? Hoy es otro día, y aquí seguimos. Sí, le diría eso. Hoy es otro día y aquí seguimos.
¿Cómo serían las dificultades si les pusiéramos dimensión? Imaginemos que a las dificultades la podemos medir, por ejemplo, en gramos. Entonces tenemos determinada dificultad que pesa 100 gramos. Otra pesa medio kilo de dificultad. Otra alcanza el peso de un kilo…, y así sucesivamente hasta llegar a una tonelada de dificultad.
Probablemente le asignaríamos 100 gramos a una dificultad de falta de tiempo. Medio kilo quizás sea un disgusto con alguna persona. Un kilo podría ser un problema económico. Y una tonelada seguro que tiene que ver con la salud.
Cuando las dificultades se nos acumulan, entonces sumamos los gramos y podemos llegar a más de una tonelada. Y es en ese momento donde el agobio nos puede. Aquí es importante distinguir sin separar. Es decir, tener muy bien identificada cada dificultad, pero reconociendo que están acumuladas y que, en nuestra cabeza, en nuestro corazón y en nuestro estómago, sentimos el peso de todas. Esto nos permite unir sin confundir, de tal manera que al ver las dificultades una a una obtenemos una visión clara de la realidad y le asignamos a cada cosa el peso verdadero que tiene y no el peso de todas juntas. Así podemos atender las dificultades más pesadas primero.
Algunas veces el agobio nos hace creer que no somos capaces de salir de esa ‘amontonadera’ de dificultades. Les cuento que cuando estuve ingresado en el hospital con COVID recibiendo oxígeno sentía varias toneladas de dificultades. Incertidumbre, miedo, soledad, por mencionar algunas.
Y sentía que no tenía fuerzas para salir bien librado. Hasta que una mañana entró la señora de la limpieza y dijo a viva voz “buenos días, buenos días. Hoy es otro día y aquí seguimos”. Fue esa frase la que me hizo ver la realidad. Ahí seguía. La vida no se había acabado aun y merecía vivirse. Y era importante cambiar el agobio por la esperanza y ocuparse en resolver cada dificultad con la ayuda de los médicos.
Todo mi pensamiento con aquellas personas que tienen algún familiar que no lo superó. Mis condolencias. Y mi apoyo con todos aquellos que ahora mismo lo están sufriendo de alguna manera. Creo que para todos los que podemos escuchar este podcast pensar que “hoy es otro día y aquí seguimos” nos hace mirarlo desde otra perspectiva.
Así que frente una dificultad muy grande o varias dificultades acumulados, sólo llénate de esperanza y ponte a actuar, porque hoy es otro día y aquí seguimos.