La pandemia trajo un cambio forzado para la educación universitaria en el país. Si bien muchas universidades contaban con programas a distancia para el segmento de postgrado, replicar, ampliar y potenciar dicho sistema al pregrado fue una tarea, por decir lo menos, bastante retadora.
En ese sentido, sistemas de gestión educativa, capacitaciones y mucha paciencia marcaron los dos semestres del último año. Si bien se hicieron inversiones impensadas, se afrontaron brechas y se ha ido cambiando la operación en función a las contingencias del día a día; si hay algo que ha quedado claro es que la educación virtual llegó para quedarse. A continuación algunas experiencias y expectativas.
Retos
Para Martha Chávez, vicerrectora Académica de la Universidad del Pacífico, el reto de cambiar la educación, al menos en pregrado, fue un escenario complicado.
“No estábamos preparados para este entorno. Los cambios fueron muy rápidos y había que replantear mucho con el paso de los días. Había muchas limitaciones, problemas de conectividad, alumnos que se quedaron en otros países”, recuerda.
“En el camino dimos mucha flexibilidad, tanto en el ámbito académico como financiero. No se cobraron moras ni ningún servicio como procedimientos administrativos. Además, se trabajó con el área de pensiones, y llegamos a recategorizar cerca de 500 alumnos frente a unos 200 en 2019”, detalló.
Para Milagros Morgan, vicerrectora Académica y de Investigación de la UPC las herramientas digitales no han sido suficientes debido a las brechas de acceso de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Pese a ello, sostuvo que la universidad ha invertido anualmente hasta S/30 millones en tecnología e infraestructura para la transformación digital y dicha iniciativa continuará.
Adaptación
Si bien la UP proveyó, así como lo hicieron otras universidades privadas, de laptops y módems a alumnos y profesores, se registraron algunos problemas en el camino. Así, en dicha universidad, a nivel de pregrado no se llegaba ni al 2% de cursos virtuales y, si bien en postgrado el nivel era mayor, no llegaba a pasar el 15% de la oferta.
Para la Universidad Científica del Sur, la virtualidad ha resultado “en una buena medida que se quedará”, según señaló su gerente de Educación, Lorenzo Wong. No obstante, la principal demanda por parte de los estudiantes ha girado en torno a la recuperación de las clases prácticas.
“En la mayoría de casos iremos hacia una programación híbrida, lo cual no significa que no lanzaremos programas 100% a distancia. Las inversiones hacia una educación a distancia de calidad deberían aumentar en el futuro”, sostuvo Wong.
Cambios
En cuanto a las clases presenciales, Martha Chávez de la UP sostuvo que si bien no van a migrar al 100% al sistema virtual en pregrado, sí contarán con una oferta importante de cursos bajo esa modalidad.
“Estamos trabajando un plan para un retorno a la universidad que, esperamos, sea lo más pronto posible, aunque será paulatino. Algunos cursos serán híbridos, quizá el 50% seguirá virtual. Tenemos que ver cómo va evolucionando el tema de la vacuna para regresar, pero en postgrado hay cursos blended que ya se venían trabajando así”, indicó.
Para la UCSur, la estrategia este año irá en torno a la enseñanza basada en competencias potenciadas por recursos digitales y tecnológicos que incluye el aumento de componentes asincrónicos. En paralelo, la simulación se mantendrá como un componente para los programas de alto grado de horas prácticas, así como las habilidades blandas en los programas de extensión universitaria.
En el caso de la UPC, dicha entidad procurará usar los espacios presenciales para actividades prácticas, laboratorios, interacción, cultura, deportes, entre otros. Las clases teóricas continuarán de manera virtual, mientras que, las evaluaciones, se orientarán hacia procesos de registro de evidencias.
“Se hablará de una formación blended, donde habrá múltiples variedades de experiencias formativas en la cual el estudiante decidirá si un día desea ir a la clase presencial y, otro día, a la virtual. Todo dependerá del diseño instruccional de la asignatura, la tecnología”, indica Morgan, siempre en línea con las medidas que establezca el gobierno para controlar la pandemia.
Precisiones
- Horarios. La UPC desarrollará currículas flexibles y los alumnos tendrían más opciones a través de cambios y extensiones de horarios.
- Cambios. La UP evalúa migrar de sistema operativo, buscando herramientas tecnológicas más ligeras. Actualmente trabajan con el Blackboard Collaborate Ultra de Google.