Desarrollada a mediados de la década de los 80 por Robert Sternberg, quien la consideró como una de las tres categorías que componen la teoría triárquica de la inteligencia; la inteligencia creativa –junto con la analítica y la práctica– marcó un nuevo camino en la investigación de la inteligencia humana.
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Conocida también como inteligencia artística o inteligencia experiencial, la teoría de la inteligencia del psicólogo estadounidense define la inteligencia creativa como la capacidad de encontrar un problema nuevo e idear una solución nueva y única.
Bajo esa definición, es muy probable –por ejemplo– que las personas que sean capaces de aprender rápidamente nuevas habilidades y de idear soluciones a preguntas lanzadas sobre la marcha, posean inteligencia creativa.
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En ese sentido, el hecho de tener esa capacidad que nos permite adquirir un nuevo talento o habilidad de manera más rápida que otros, puede servir como indicador para confirmar si poseemos inteligencia creativa o no.
VENTAJA A LA VISTA
Y, en tiempos como los actuales, cuando la tecnología se apodera de nuestros días en distintos ámbitos, incluido el laboral, el desarrollar la inteligencia creativa puede convertirse en una ventaja, más aun cuando los avances tecnológicos demandan mayor poder de adaptación.
Por eso no resulta extraño que quienes posean inteligencia creativa puedan aprender, a mayor velocidad que sus compañeros, un nuevo concepto o tarea, por lo que resulta casi seguro que en las empresas y los negocios, este tipo de inteligencia esté asociada a encontrar soluciones e ideas innovadoras para resolver problemas.
CARACTERÍSTICAS
En esa línea, quienes poseen inteligencia creativa suelen tener ciertas características que les resultan innatas.
Así, poseen inspiración, que es lo que da origen al proceso creativo; alta sensibilidad, que es un aspecto totalmente alejado de lo lógico, normativo y racional; intuición, que va más allá de la lógica y el intelecto; imaginación, que nos ayuda a inspirarnos; e innovación, para ir más allá de los preestablecido.
¿CÓMO DESARROLLARLA?
Al igual que los otros tipos de inteligencia que forman parte de las inteligencias múltiples, la creativa también puede estimularse.
¿Cómo? Prestando más atención y fomentando la conexión entre los procesos intuitivos y sensitivos, aunque todo dependerá finalmente de la edad de quien desee echar a andar su inteligencia creativa.
Así, en el caso de los niños, se puede optar por promover en ellos el dibujo y la pintura, o jugar con arena, barro o plastilina para que puedan expresarse a través del tacto. También se les puede contar historias que los ayude a estimular su imaginación y creatividad.
Mientras que en el caso de los más grandes, se puede optar por cambiar las rutinas diarias, realizar juegos como cambio de roles, practicar teatro y dramatización, inventar juegos, crear música o bailes. En fin, todo tipo de actividades que permitan que la creatividad vuele alto.