El presidente de la República, Pedro Castillo, participó en una conferencia internacional con Álex Chamán, abierto simpatizante del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y fundador de la filial del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) en el 2018 en Bolivia.
Según ‘Cuarto Poder’, en el evento también participaron el actual congresista Edgar Tello (Perú Libre) y César Tito Ortega, sindicado fundador del brazo político de Sendero Luminoso.
En el año 2018, Pedro Castillo fue presentado como invitado especial y ponente en un foro llamado “Crisis de la Educación Pública Latinoamericana en el Marco del Capitalismo Neoliberal”, organizado por Álex Chamán, en Bolivia. En dicho evento, también disertó largo y tendido César Tito Rojas.
“Saludar al compañero Pedro Castillo, nuestro dirigente regional de bases regionales del Perú, saludamos a Edgar Tello, dirigente de capital del Perú y obviamente nuestro saludo a Alex Chamán que represente en este caso, aquí consideramos sobre todo Uds. compañeros y compañeras estudiantes de esta universidad”, dijo Tito Rojas en el evento.
Entre 1992 y 1995 Chamán cumplió tres años de prisión en el penal Castro Castro. Luego de ser liberado, fugó a Bolivia, donde consiguió el estatus de refugiado político. Desde entonces promueve allí la figura de Guzmán Reinoso, a quien llama el “Doctor”.
Tanta es la devoción de Álex Chamán por Abimael Guzmán, que el mismo día de su muerte, el pasado 11 de setiembre, cambió su foto de perfil por otra en la que el cabecilla terrorista aparece con la mano alzada.
Incluso en sus redes sociales le dio cabida a una grabación de Elena Iparraguirre en la que culpa al Estado peruano de la muerte de Abimael Guzmán Reinoso y a la conferencia de prensa que dio Sebastián Chávez, el último abogado que representó al cabecilla senderista ante las autoridades.
Según la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), Álex Chamán es miembro de Sendero Luminoso y fundador en Bolivia de las bases del Movadef, el 8 de marzo del 2012. Actualmente es docente e investigador de la Universidad Mayor de San Andrés de ese país.
La muerte de Abimael Guzmán ha puesto en evidencia que su legado de terror aún está lejos de desaparecer. En Hamburgo, Alemania, aparecieron pintas senderistas y en Suiza se le rindió culto con banderas rojas en una plaza pública.