Carlos Morán, presidente del consejo directivo de ex integrantes del Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN), encabezó un acto simbólico en la emblemática Calle Tarata de Miraflores para lanzar la campaña “No lo hicimos en vano”.
Acompañado de otros ex integrantes del GEIN y miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) que resultaron con alguna discapacidad tras luchar contra el terrorismo, así como viudas y huérfanos de valerosos efectivos, hicieron un llamado de alerta a la población sobre los supuestos vínculos del candidato presidencial Pedro Castillo de Perú Libre con facciones terroristas y radicales.
El también exministro del Interior señaló que los policías que enfrentaron a grupos terroristas como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en las décadas de los ochenta y noventa tienen todo el derecho de alzar la voz frente a la posibilidad de volver al pasado.
“Estos policías no solo se merecen el reconocimiento y la gratitud de todos los peruanos; ellos merecen que el sacrificio que hicieron por salvar al país del terrorismo jamás sea olvidado. Y por es hoy lanzamos la cruzada ‘No lo hicimos en vano”, dijo.
Agregó que los policías que han luchado contra el terrorismo en las décadas más sangrientas se han ganado el derecho de alzar la voz cuando el país está en riesgo.
En esa línea, para Morán y los ex miembros del GEIN la posibilidad de volver al pasado de terror debe ser rechazada por la población.
“Abrir la puerta al pasado sería faltar el respeto a la memoria de peruanos que murieron, a policías valientes que hoy nos acompañan. El que no conoce su historia, está condenado a repetirla”, precisó.
Como se recuerda, 16 de julio de 1992, Sendero Luminoso perpetuó un atentado terrorista en la calle Tarata que dejó 25 civiles muertos y decenas de heridos.
Asimismo, el grupo terrorista que tiene como cabecilla a Abimael Guzmán dejó unos 70,000 muertos entre 1980 y el 2000, según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
El GEIN logró la captura Guzmán Reynoso en 1992, mediante un operativo de este grupo policial que logró intervenirlo en una vivienda en Surquillo sin realizar un disparo.