En las aguas de Piura, precisamente en la ubicación de la plataforma petrolera abandonada MX1, ha surgido un arrecife artificial que alberga una variada comunidad de especies marinas. Sin embargo, la continuidad de este ecosistema se ve amenazada por los planes de desmantelamiento de la estructura.
Esta plataforma petrolera que pertenece a la empresa Savia Perú, administradora del lote Z-2B, se ha convertido en un hábitat para 26 especies de peces y 56 especies de animales invertebrados, y que tendría que ser retirada como parte de la finalización del contrato.
Desde el año 2011, la estructura se encuentra inoperativa y abandonada, por lo que se dispuso el retiro de dicha plataforma por disposición del Ministerio de Energía y Minas (Minem) en abril del 2022, tras la aprobación del Plan de Abandono del lote Z-2B presentado por la compañía en el 2018.
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No obstante, diversas organizaciones, operadores turísticos, científicos, pescadores y buzos han pedido que se conserve la estructura en dicho lugar ya que se ha convertido en un espacio donde viven diversas especies marinas.
La empresa, que tomó conocimiento de las solicitudes, suspendió temporalmente las actividades de retiro de la plataforma MX1 y señaló que se encuentran en diálogo con el Minem, el Ministerio del Ambiente y la Municipalidad Distrital de Los Órganos, a fin de explorar alternativas de solución que permitan dar continuidad a la plataforma “de manera sostenible y segura”.
Para ello, Savia Perú manifestó que es necesario identificar qué entidad privada o pública será la responsable y se hará cargo a partir del 15 de noviembre del 2023 del mantenimiento de la plataforma, una vez terminada su concesión.
Sin embargo, hasta la fecha no se ha definido una solución viable y consensuada para determinar la responsabilidad de la gestión futura de esta instalación con fines turísticos y ambientales.