Martín Ojeda, gerente general del gremio de Transporte Interprovincial de Pasajeros, señaló este viernes que pese al trabajo de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, aún siguen siendo afectados por el bloqueo de carretera que se suscitan de manera esporádica y las que todavía no son liberadas.
En diálogo con RPP mencionó que estos bloqueos esporádicos en Morococha (Junín) y Vinchos (Ayacucho). Sin embargo, indicó que en Cusco, Puno y Madre de Dios es “tierra de nadie” donde los transportistas no quieren exponerse mientras en Chamaya, distrito de Jaén, provincia del mismo nombre en Cajamarca, también está interrumpido el tránsito vehicular.
Ojeda condenó que ayer vándalos incendiaron la unidad 7006 de la empresa Palomino en el desvío de Pampachiri-Quilcaccasa, en la región Apurímac, tras el desbloqueo por parte de la Policía Nacional del tramo Quillcaccasa-Izcahuaca de la vía Aymaraes-Puquio, en el que decenas de vehículos se encontraban varados.
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“Vemos una total irresponsabilidad del gobierno. Lamentablemente esta situación va a repercutir en toda la economía peruana y lo peor que está provocando temor a las personas. Los terminales están vacíos. Estamos llegando a un punto de ser peores en Latinoamérica”, dijo el representante del citado gremio a RPP.
“Mataron a un conductor que no quiso pagar cupo en Chao [...] Me llaman de Ayacucho que abrieron Vinchos, pero luego lo bloquearon, así no podemos trabajar. Las personas no quieren invertir”, agregó.
Sobre ataque a bus interprovincial en Apurímac
Testigos mencionaron que los pasajeros lograron bajar del bus atacado por vándalos y tuvieron que seguir su camino por sus propios medios.
Asimismo, los conductores informaron que los atacantes llegaron en una camioneta y bajaron las llantas de la unidad y la incendiaron. Además, los vándalos quemaron la caseta de control de La Balanza, en Aymaraes.
Del mismo modo, atacaron a los vehículos de carga pesada que se encontraban varados por el bloqueo de la vía Interoceánica.
Los vándalos hicieron huecos en los tanques de combustible de los tráileres y les pincharon los neumáticos para impedir que continúen su viaje.