El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este miércoles que desde esta semana comenzarán las deportaciones de 1,500 ciudadanos extranjeros de Colombia, Venezuela y el Perú, que se encuentran cumpliendo condenas en las cárceles del país.
El mandatario adelantó que dicha decisión se debe a que son los países más cercanos. Explicó que posteriormente seguirán con las deportaciones de extranjeros de países más lejanos, de acuerdo con El Universo.
“Empezamos esta semana. Estamos en contacto con Colombia, también tenemos venezolanos y peruanos. (Ellos son) el 90% de la población extranjera en las cárceles. No es extradición, se lo haría a través de tratados internacionales”, dijo el presidente ecuatoriano.
Noboa agregó que estas deportaciones ayudarán a reducir el hacinamiento dentro de las cárceles y rechazó que actualmente se gaste más en la alimentación de estas personas privadas de la libertad que en el desayuno escolar de los niños del país.
“Colombia dijo que nos querían ayudar y yo dije perfecto, ya les mandamos los 1,500 presos que los tenemos manteniendo en cárceles ecuatorianas”, manifestó Noboa en una entrevista con Radio Canela en la que se refirió a los ofrecimientos de apoyo para enfrentar la violencia recibidos de varios países, entre ellos Colombia y Perú.
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Gobernadores regionales piden frenar dicha medida
Ante esta situación, gobernadores de Cusco, Piura y Tumbes, manifestaron su preocupación por dicha decisión y pidieron que la presidenta Dina Boluarte se reúna con su homólogo ecuatoriano para frenar la medida, ya que nuestro país vive un alto índice de criminalidad.
Por ejemplo, Sigismundo Rodríguez, gobernador de Cusco, señaló que si se concreta dicha deportación, la vigilancia en la frontera debería ser extrema. ““Ahí debemos tener una vigilancia permanente, sobre todo controlando el pase para todos los delincuentes que vengan hasta nuestro sector”, dijo durante la juramentación del nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales del Perú (ANGR).
Sin embargo, para el gobernado de Piura, Luis Neyra, la mejor decisión sería cerrar las fronteras de manera temporal “y así tener un mayor control de las banas delinceuenciales”, pero el gobernador de Tumbes menciona que dicho cierre provocaría grandes pérdidas económicas.
“Son en promedio US$ 3 millones diarios que se mueve en la frontera, eso significa una pérdida tanto para Perú como Ecuador”.
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Autoridad del INPE responde
De acuerdo al jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Javier Llaque, si Ecuador deporta a presos peruanos de sus cárceles, no habría problema porque se deportaría también a presos ecuatorianos.
“Si por un acuerdo de autoridades se decide devolverlos a los condenados, nosotros tenemos 162 [reos ecuatorianos] así que será un tema recíproco. Por lo tanto, no va a crear preocupación en el hacinamiento”, dijo en una entrevista con RPP.
(Con información de EFE)
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