El Sistema Integrado de Transporte (SIT) promete facilitar el traslado de los ciudadanos al interconectar sus viajes entre diferentes medios de transporte como el Metro de Lima, Corredores Complementarios, buses tradicionales y taxis autorizados. Sin embargo, ante una posible suspensión de las operaciones del Metropolitano, la demanda de usuarios en los otros servicios de transporte aumentaría drásticamente, provocando su colapso, según especialistas en transportes.
El director de la ONG Luz Ambar, Luis Quispe Candia, consideró que, si bien existe una necesidad urgente de soluciones estructurales y operativas para mejorar este servicio de transporte público, la paralización de las operaciones impactaría en los usuarios y en el sistema ya congestionado.
“Sería muy perjudicial para la población ya que tendrían que tomar los buses de transporte tradicional. La ventaja de las unidades del Metropolitano es que ofrecen la reducción del tiempo de viaje y eso no hay forma de resolver”, expresó.
Para el presidente de la Asociación Cruzada Vial, Adrián Revilla Vergara, una posible suspensión del servicio del Metropolitano acentuaría el problema de transporte informal en la capital.
“Esto va a ser caótico. Nuestro sistema de transporte es malo y sin el Metropolitano habría más ómnibus y vehículos informales en las vías y eso no es positivo para la ciudad. Además, afectaría la calidad de vida de los pasajeros, que al buscar otras alternativas de transporte se aglomerarían en los buses”, enfatizó.
Cabe señalar, que, a este escenario, se suma el cierre de algunas vías principales por obras de la Línea 2 del Metro de Lima, otros proyectos de infraestructura en diferentes distritos de la ciudad, y la antigüedad del parque automotor en la capital.
En ese sentido, Quispe Candia resaltó que el servicio de transporte público tradicional aún tiene muchos aspectos por mejorar para poder atender la demanda de más usuarios por día, especialmente en las horas de mayor tráfico. Por ejemplo, mencionó que se debería implementar una reforma que garantice que las empresas de transporte sean propietarias de sus unidades y que cumplan con las especificaciones técnicas de calidad.
“Hay 365 empresas de transporte urbano con más de 450 rutas, según las cifras actualizadas por la ATU. Solo tres de ellas son propietarias del 100% de sus unidades, y menos de 10 empresas tienen alrededor del 50% de la flota bajo su propiedad”, puntualizó.
Alternativas de solución
Los concesionarios del Metropolitano han expresado que este sistema no es autosostenible porque los costos de operación superan los ingresos generados. Revilla Vergara subrayó que es crucial que el Estado participe mediante subsidios para asegurar un servicio público de calidad, eficiente y asequible para todos los ciudadanos.
“Para el Estado el subsidio es más rentable, ya que es mejor que las personas se movilicen en transporte público a que utilicen sus vehículos particulares generando mayor congestión y contaminación”, remarcó.
Para modernizar y optimizar la eficiencia del servicio de transporte público que sirve a los más de 11 millones de habitantes de Lima, Quispe Candia subrayó la necesidad de que el Estado asuma un rol más activo como inversor y sugirió que se considere la asociación público-privada como una estrategia viable, alineándose así con otros sistemas integrados de transporte en Latinoamérica.