Los desafíos estructurales del Perú han contribuido a dar forma a la actual crisis provocada por el coronavirus, señaló Hernán Winkler, economista senior de la Práctica Global de Pobreza para el Banco Mundial, quien citó el nivel educativo, la falta de empleo asalariado, el género y una pobre conexión a Internet como factores de desigualdad que han determinado en gran parte qué hogares han recibido el impacto más duro.
El Banco Mundial presentó los resultados de tres rondas de encuestas telefónicas realizadas en el Perú entre mayo y julio del 2020. El objetivo de las encuestas fue conocer los efectos de la pandemia en los hogares y ofrecer evidencia que permita informar las políticas públicas para mitigar sus efectos sociales y reactivar la economía.
Estudios similares se realizan en paralelo en otros 12 países de América Latina y El Caribe.
“Si bien los niveles de pérdida de empleo, inseguridad alimentaria y acceso a servicios muestran ligeras mejoras en julio, consolidar la recuperación del país dependerá de manera importante de los esfuerzos por cerrar esas brechas”, dijo el economista Hernán Winkler.
Dentro de la región, Perú destacó por su despliegue para dar rápida respuesta a los impactos de la pandemia. Sin embargo, las brechas de desigualdad y los desafíos estructurales que enfrenta el país han impedido una evolución más favorable. Estos factores explican en parte los grandes impactos de la pandemia en términos de empleo, seguridad alimentaria y acceso a servicios.
“La crisis ha expuesto y profundizado las desigualdades existentes. Los resultados de las encuestas muestran que la acción rápida del Estado ha ayudado a mitigar el aumento de la pobreza. Sin embargo, continúa siendo prioritario brindar protección a los hogares más afectados y consolidar registros para identificarlos y asistirlos oportunamente", afirmó Marianne Fay, Directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
"Es necesario además identificar estrategias para apoyar a los trabajadores y escalar las intervenciones de carácter productivo, y fomentar el acceso a servicios clave, como a los servicios financieros”, agregó.
Las encuestas fueron aplicadas a alrededor de 1,000 hogares peruanos entre el 21 mayo y el 26 julio del 2020. Son representativos para los hogares con teléfonos del país (alrededor del 90% del total de hogares).
Las rondas de consultas indagaron sobre los principales mecanismos a través de los cuales la pandemia ha afectado a los hogares: las pérdidas de empleo e ingresos laborales; las pérdidas de remesas y beneficios de transferencias sociales; disrupciones en los mercados como el aumento de precios y escasez de alimentos; y dificultades para acceder a servicios clave como salud y educación.
Resultados destacados
- Pérdida de empleo disminuyó en junio y julio. Cerca del 30% de los encuestados mencionó haber perdido su empleo en mayo, y alrededor del 15% declaró lo mismo en julio.
- A fines de julio, los trabajadores asalariados (66%) y con altos niveles educativos (67%) pudieron conservar sus empleos en una mayor proporción que aquellos con baja calificación (62%) y empleos no asalariados (63%). Además, una mayor proporción de hombres (74%) conservaron sus trabajos en comparación con las mujeres (53%). La posibilidad de teletrabajar fue otro elemento crítico para preservar el empleo.
- La reducción de ingresos ha sido muy alta de acuerdo con las encuestas de mayo y de julio. En mayo, el 80% de los hogares encuestados reportaron una disminución del ingreso familiar. De ellos, la mitad volvió a mencionar una caída en su ingreso en julio.
- La inseguridad alimentaria y falta de acceso a servicios médicos han disminuido desde mayo. Sin embargo, en uno de cada cinco hogares encuestados, algún adulto se saltó una comida debido a falta de recursos en el último mes; y en uno de cada cuatro, algún miembro no pudo realizarse una consulta médica.
- La falta de conectividad de los hogares más vulnerables es una barrera importante para acceder a la educación. A fines de julio, la falta de conectividad fue una razón muy importante para explicar por qué los menores no participaron en educación a distancia, especialmente en los hogares donde los adultos tienen bajos niveles educativos (34%).
Respuesta del Banco Mundial ante el COVID-19
En un comunicado, el Grupo Banco Mundial dijo estar adoptando medidas rápidas y de amplio alcance a fin de ayudar a esos países a fortalecer su respuesta frente a la pandemia.
“En tal sentido, respalda intervenciones de salud pública, trabaja para garantizar el suministro de insumos y equipos clave, y ayuda al sector privado a continuar sus operaciones y preservar el empleo”, dijo la entidad.
Destinará hasta US$ 160,000 millones en un plazo de 15 meses como apoyo financiero para ayudar a más de 100 países a proteger a los sectores pobres y vulnerables, apoyar a las empresas e impulsar la recuperación económica. Dicho monto incluye US$ 50,000 millones correspondientes a nuevos recursos de la Asociación Internacional de Fomento que se ofrecerán mediante donaciones y préstamos en condiciones sumamente concesionarias.
En el Perú, el Banco Mundial viene acompañando los esfuerzos del Estado en la respuesta a la pandemia y en la recuperación de la economía del país y de los hogares mediante financiamiento, asistencia técnica especializada, servicios de análisis y generación de evidencia, entre otros mecanismos.
Dichos esfuerzos abordan áreas clave para el desarrollo del país, como Salud, Educación y Protección Social, y están enfocados la población en mayor situación de vulnerabilidad, subrayó el BM.
Bajo este marco, el 20 de agosto, el Gobierno peruano recibió el desembolso de alrededor de US$ 1,800 millones de una línea de crédito contingente (DDO por sus siglas en inglés) del Banco Mundial para financiar parcialmente transferencias monetarias y otros gastos excepcionales para atender el impacto de la pandemia por la COVID-19 en los hogares pobres y más vulnerables.