El personal encargado de la limpieza pública se haya en riesgo, anotó la Defensoría. (Foto: Leandro Britto / GEC)
El personal encargado de la limpieza pública se haya en riesgo, anotó la Defensoría. (Foto: Leandro Britto / GEC)

La Defensoría del Pueblo estimó que cada persona infectada por el COVID-19 habría generado 2 kilos diarios de residuos sólidos. Es decir, tomando en cuenta el tratamiento promedio de 14 días, los más de 300,000 infectados habrían generado más de 8,400 toneladas de residuos.

La institución alertó sobre estos datos para señalar la urgencia de contar con una estrategia para un manejo más adecuado de los residuos y que involucre a los tres niveles de gobierno.

A través del informe especial “Gestión de los residuos sólidos en el Perú en tiempos de pandemia por COVID-19″, la Defensoría planteó que la estrategia esté dirigida a evitar o reducir los riesgos sanitarios para la población y los trabajadores encargados de su manejo, así como la adecuada disposición final de dichos residuos, priorizando para su atención las zonas de mayor concentración de casos.

Con relación al manejo de los residuos al interior de los centros de salud, la entidad advierte que solo en Lima Metropolitana, de los ocho hospitales visitados por el Ministerio del Ambiente (Minam) en marzo de 2020, únicamente tres contaban con sistemas de tratamiento.

Por este motivo, se propone apelar a métodos alternativos aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el uso de la cal, así como incrementar la infraestructura para el tratamiento de este tipo de residuos en aquellos establecimientos en donde se requiera.

Respecto al destino final de los residuos biocontaminados, la institución advierte que solo Lima, La Libertad, Loreto, San Martín, Ica y Piura cuentan con rellenos sanitarios de seguridad o mixtos, por lo que 19 regiones carecen de infraestructura para una disposición final segura de dichos residuos.

“Ante esta situación, es importante que el Ministerio de Salud y los gobiernos regionales garanticen la inversión pública o privada que asegure el cierre de brechas de este tipo de infraestructura”, señaló la Defensoría.

Otro aspecto abordado en el informe es la necesidad de adoptar medidas diferenciadas para la gestión de residuos generados en los domicilios por pacientes COVID-19, como por ejemplo el rotulado “NO ABRIR” en las bolsas, así como la posibilidad de contratar a empresas operadoras para el manejo de este tipo de residuos en zonas con mayor concentración de casos.

Cada año se generan más de 7 millones de toneladas de residuos sólidos municipales, alrededor de 1,000 toneladas por hora y más de 20,000 toneladas por día. De dichos residuos, el 70% se generaron en los domicilios.

Estas cifras se habrían incrementado en el actual contexto de pandemia, producto del uso generalizado de elementos de protección, como mascarillas y guantes, y del mayor tiempo pasado en las viviendas.

Por último, el organismo insistió en la necesidad de garantizar la protección de la salud del personal responsable de la gestión de residuos y de la limpieza pública.

Al respecto, informó que el 53% de las intervenciones realizadas por la institución en la materia, entre el 16 de marzo y el 8 de junio, estuvieron relacionadas con deficiencias en materia de seguridad y salud en el trabajo, debido a la falta de equipos de protección personal (como mascarillas, guantes, lentes), requerimiento de pruebas de descarte, entre otros.