El Congreso instó al gobierno de Dina Boluarte a declarar en emergencia el transporte terrestre en Lima Metropolitana y Callao a fin de mitigar el avance de la delincuencia y sicariato, así como para reestructurar el tránsito por las arterias de la capital, en un contexto donde el grueso de la demanda es abarcada por microbuses, custers y combis que no garantizan la seguridad de los usuarios y son nocivos para el medio ambiente.
Sobrepoblación de vehículos
De acuerdo con Edwin Derteano, presidente de la Alianza Empresarial para el Transporte Terrestre, Lima tiene espacio para 17,000 buses y 80,000 taxis, pero a la fecha sus calles ven atravesar a diario 36,000 unidades pequeñas — principalmente los citados micro buses, custers y combis— y más de 250,000 taxis; lo que genera que en promedio se pierdan dos horas para movilizarse desde la periferia de Lima hasta la zona céntrica (ida y vuelta en total).
Esta saturación nos pasa factura a todos: la velocidad promedio de movimiento vehicular es de 9 kilómetros por hora. “No hay pistas para tanto taxi y combi”, refiere Derteano.
Recuerda que, la apertura de la Ciudad Aeropuerto Jorge Chávez y el arranque de operaciones comerciales en el Megapuerto de Chancay elevarán el flujo de pasajeros a picos de 30 millones por día entre Lima y Callao y “no podemos ofrecer este tránsito”.
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Además, las reformas del transporte integrado en Lima Metropolitana no tuvieron el alcance esperado y su participación es muy ínfima —según Luis Quispe Candia, representante de Luz Ámbar—. “En la administración de Susana Villarán se crearon cinco corredores de colores y ahora solo operan tres (azul, rojo y morado). Deberían circular 5,000 buses pero solamente hay 785. No cumplió su objetivo la reforma”, comentó a Gestión.
En esa línea, Quispe Candia recalcó que el Metropolitano tiene 300 buses articulados y 250 alimentadores desde hace más de una década y su servicio no ha estado exento de críticas por parte de la ciudadanía porque “su mala programación no satisface la demanda”. Aún así, reconoce “es lo mejor que tenemos en servicio de buses”.
“En resumen, en Lima hay entre 20 y 22 millones de viajes diarios. De esa cantidad, el tren (Línea 1 del Metro de Lima) mueve aproximadamente 600,000 pasajeros. Ha aumentado porque es barato. El Metropolitano lleva 450,000 pasajeros y los corredores hasta 350,000. Es decir, apenas poco más de 1.3 millones de pasajeros usan un transporte ordenado y aceptable. El resto, más de 18 millones de viajes diarios se dan en combis, custers y buses del sistema de transporte tradicional”, detalló.
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“Los micros y combis deben desaparecer”
Derteano señala que los “micros y combis deben desaparecer” y se debe apostar por buses que, aparte de no contaminar el aire, permitan descongestionar las calles. Para dicho fin recomienda al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) aplicar un intensivo plan de chatarreo.
“No debe ser para que una combi se renueve por otra, sino siete combis por un bus. Es una medida cruel pero esos miles de transportistas que sobran estaban en otras actividades y por diversas coyunturas terminaron en el transporte”, mencionó Derteano.
Y es que, en datos recogidos por Quispe Candia conforme a los criterios de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao - ATU, los 18 millones de ciudadanos que usan el transporte en Lima emplean líneas tradicionales: son 385 empresas en total, y apenas el 5% de estas logró capitalizar y comprar sus buses. El 95% sigue siendo afiliadoras que no tienen unidades propias y les alquilan la ruta, por lo que “vemos servicios ineficientes e inseguros”.
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Quispe Candia coincide en que se debe remodelar el parque automotor por unidades ecoamigables.
“Con el chatarreo, el Estado debe comprar todos los vehículos que tengan 15 años de antigüedad. En los últimos 34 años el 95% no ha logrado ser dueños de sus flotas. Y cada cinco años no vamos a seguir dándoles autorización. Así nunca se implementará el sistema integrado. Se deben comprar con una inversión privada mixta 10,000 buses y el resto que requiere Lima, que lo abarque buses con un máximo de 5 años de antigüedad”, añadió.
Ambos expertos lamentaron que el MTC no juegue un rol clave para rejuvenecer el parque automotor, y condenaron que hayan avalado que vehículos con 35 años de antigüedad continúen circulando por las calles de Lima y Callao.
Periodista con más de 5 años de experiencia en la cobertura de coyuntura económica e informes especiales en prensa escrita y digital.
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