Analista económico
Recesión con inflación, el gran temor de cualquier economía, toca la puerta del Perú para el bienio 2022-2023. Más aún, hay riesgos potenciales que pudieran profundizar tal terrible escenario, con un aumento de pobreza inusitada.
La causa principal interna es la pésima gestión del gobierno de Pedro Castillo, que más allá de las incapacidades del presidente, resultan nefastas para la economía las disímiles agendas de su entorno. La fragmentación de las bancadas en el Congreso, con representantes que tienen sus propios apetitos personales, viene impidiendo una solución.
En todo caso, sea cual sea el derrotero político, tomará mínimo dos años para estabilizar nuestra economía pues el daño ya está hecho y cualquiera de los desenlaces al entrampamiento vigente dará lugar a nuevas complicaciones que pagaremos con la tuya y con la mía.
En el trascurso del año observaremos ajustes del PBI hacia abajo, de las proyecciones del BCR, MEF y analistas independientes. Con la inversión privada cayendo y siendo ésta el motor del crecimiento, pronto se verán cifras negativas, pese a que ello será atemperado por los buenos precios de los metales.
La inflación irá en aumento, acomodándose a un posible rebote de la devaluación. El que el precio del dólar haya bajado de 4.10 soles a 3.80 no es significativo, toda vez que el precio auténtico debería estar cerca de 3.50 acorde a los términos de intercambio y otros elementos. Otra vez el desastre político y la desconfianza harán lo suyo con el tipo de cambio.
En cuanto al sector externo, los bancos centrales del mundo van poniendo fin a la parranda de la emisión desmesurada de dinero, y de las tasas de interés sumamente bajas de estos años, desplegada especialmente para paliar los efectos de la pandemia del Covid-19.
Tal freno es obvio pues hay que pagar esa factura de creación de deuda y aumento de los déficit fiscales. Eso está causando una fuerte inflación en EE.UU. Por ello la FED subiría rápidamente las tasas de interés durante el presente año. Tal movida bajará la proyección de crecimiento en EE.UU.
A ello se añade que la economía europea sufre mucho con los altos precios del petróleo y que China seguramente fracasará con su política de “Cero-Covid”, que le dio resultado con el virus original, pero con el Omicron y su veloz trasmisión tal procedimiento es inútil y sólo perjudicará su economía.
En suma, con los principales líderes económicos mundiales en problemas, el crecimiento global será menor al estimado inicialmente. Tal enfriamiento tendrá consecuencias en países marginales como el Perú en el costo de los créditos, precio de los metales y devaluación, pues el dólar, pese a todo, es el refugio natural.
Lo anotado puede empeorar, en caso que Rusia invada Ucrania en defensa de sus intereses. De ocurrir tal evento, las repercusiones económicas negativas serán de gran magnitud a nivel internacional. Ya el sólo riesgo de que ocurra ha complicado los mercados financieros y de materias primas.