Luis Alfaro
Gerente de Placement – Seguros Vehiculares de Marsh Perú
Las restricciones generadas en los primeros meses del estado de emergencia, provocaron que muchos vehículos dejasen de circular por las calles y, en consecuencia, que el caos vehicular, el cual solíamos conocer antes de la pandemia, disminuya considerablemente. No obstante, a medida que las actividades económicas se han ido reactivando, el uso particular y comercial de los vehículos aumenta y, en consecuencia, la probabilidad de un siniestro reaparece con la misma exposición a riesgo.
De acuerdo a los últimos datos registrados, un siniestro promedio sobre los vehículos de gama comercial bordea los US$ 1,500, sin contemplar pérdidas totales por daño, robo o indemnizaciones por responsabilidad civil; y de tratarse de un vehículo de alta gama, podría significar sólo por romper un faro de US$ 3,000. Ante la coyuntura de incertidumbre económica y de aumento de desempleo, este monto se torna cada vez más difícil de asumir por una persona.
En ese contexto, la contratación de un seguro vehicular se presenta como una herramienta necesaria y beneficiosa para los usuarios y empresas. La pandemia y este tipo de situaciones específicas, nos muestra que muchos factores y riesgos externos que afecten a un bien adquirido, como nuestros vehículos, no pueden ser mitigados completamente, por lo que la transferencia de los mismos es una acertada decisión.
Como se recuerda, los seguros vehiculares permiten cubrir los daños ocasionados tras un siniestro vehicular, tanto al patrimonio propio (vehículo) como a terceras personas y a los bienes de los mismos. Si bien el SOAT, como seguro obligatorio de accidentes de tránsito vehicular, cumple la función de indemnizar a las personas y que a veces este no es suficiente, este seguro no se encarga de los daños materiales ni al asegurado ni al patrimonio de terceros; por lo tanto, los gastos o pérdidas, mencionados anteriormente tendrían que ser solventados por la propia persona si no contase con un seguro vehicular.
Asimismo, es importante señalar que, cada vez más, los seguros vehiculares incluyen otros beneficios como autos de reemplazo, auxilio mecánico, inspección técnica, etc., los cuales también atienden a otras necesidades y demandas más requeridas por las empresas y personas hoy en día.
Ante un contexto en donde las empresas y personas deben ser mucho más cautelosas en el manejo de sus finanzas, es trascendental que se analice cuál es la mejor herramienta para manejar los riesgos existentes en el negocio y hogar. En el caso de los bienes vehiculares, al no poder eliminar los factores que puedan afectar, de cierta manera, nuestra estabilidad económica, la realidad de hoy en día nos muestra que la mejor herramienta es la transferencia de los mismos a una compañía de seguros a través de la adquisición de un seguro vehicular.